En un estudio reciente, la ciencia ha llevado a cabo una investigación exhaustiva para determinar los verdaderos responsables de la falta de sueño que aqueja a millones de personas en todo el mundo. Contrariamente a lo que se creía, el uso de móviles y videojuegos antes de acostarse no es el principal culpable de la insomnio. De hecho, los resultados revelan que otros factores, como el estrés, la ansiedad y la falta de ejercicio físico, tienen un impacto mucho más significativo en la calidad del sueño. Esta sorprendente conclusión cuestiona la creencia popular de que la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos es la principal responsable de la dificultad para conciliar el sueño.
La verdad sobre el insomnio: no es la tecnología la culpable principal, sino otros factores
Mejor un libro físico que uno electrónico, cuidado con la luz azul del móvil, ni se te ocurra jugar a Call of Duty antes de ir a dormir… He perdido la cuenta de las veces que se ha asociado el insomnio o los problemas para dormir al mundo de la tecnología. Sin embargo, un estudio reciente ha demostrado que todos esos miedos eran exagerados.
El efecto de las pantallas se ha exagerado en gran medida. Según la investigación publicada en Sleep Medicine Reviews, el mayor problema era tener la suposición de que el uso de la tecnología causa problemas de sueño. Sin embargo, otros estudios han demostrado que son los problemas de sueño los que comienzan a influir en el uso de la tecnología y no al revés.
La luz azul no está afectando a tu sueño
¿Significa eso que tenemos carta blanca para usar el móvil o jugar antes de ir a dormir? No exactamente, porque cada caso es un mundo y es difícil generalizar. Sin embargo, vale la pena mencionar que los datos ofrecidos por el estudio en ejemplos como el del libro tradicional frente al electrónico arrojan datos menos catastrofistas. En la comparativa tras cinco noches consecutivas, de media, los del ebook sólo tardaron 9,9 minutos más en dormirse. No parece una cifra con la que llevarse las manos a la cabeza.
Además, ni ver una película de acción, ni jugar a videojuegos capaces de sobreexcitarnos, ni hacer scroll más tiempo de lo debido en redes sociales. Nada ha demostrado tener un impacto significativo en los patrones de sueño que requiera una mención especial. Ni siquiera la luz de las pantallas, archiconocida ya mediante el mito de la luz azul, tiene nada que hacer frente a otros problemas más evidentes.
La clave para dormir rápido: rutina y evitar toxinas
Según el estudio, la mejor forma de dormirse rápido es crear una rutina de sueño consistente y, sobre todo, evitar toxinas como la cafeína y el alcohol. Estas toxinas, que aparentemente nos hacen quedarnos groguis antes, en realidad torpedean la posibilidad de dormir plácidamente y de forma regular. Todo lo demás, al parecer, es cuestión de cómo duerme esa persona y poco o nada tiene que ver con la famosa luz azul de marras.
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