La IA nos está volviendo estúpidos. Un experto ahonda en cómo afecta esta tecnología a la capacidad de pensamiento humana
En un reciente estudio presentado por destacados especialistas, se ha revelado que la Inteligencia Artificial, lejos de potenciar nuestras capacidades intelectuales, podría estar teniendo un impacto negativo en nuestra forma de pensar. Según el experto consultado, la dependencia cada vez mayor de algoritmos y sistemas automatizados estaría contribuyendo a la disminución de nuestra habilidad para analizar y resolver problemas de forma crítica. Esta preocupante tendencia plantea interrogantes sobre el futuro de la inteligencia humana y la necesidad de encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y el desarrollo de nuestras propias capacidades cognitivas.
Impacto negativo de la IA: experto advierte que nos está volviendo estúpidos
La inteligencia artificial se ha convertido en el sector tecnológico más popular del mundo. La irrupción de ChatGPT tiene gran parte de culpa, ya que el bot es capaz de satisfacer las demandas de cualquier usuario en aspectos relacionados con la escritura, la programación o la búsqueda de información. Y este aspecto, para muchos diferencial y tremendamente positivo, es el que ha provocado que un académico señale que la IA nos terminará volviendo estúpidos.
Dependencia de la IA? Estudio revela cómo afecta al pensamiento humano
O usas la IA o te quedas atrás. Un ejecutivo afirma que los que dominen la inteligencia artificial ganarán hasta un 128% más. Como recoge el portal francés JeuxVideo en una reciente publicación, Umberto León Domínguez es un profesor de neuropsicología en la Universidad de Monterrey (México) que ha llevado a cabo un interesante estudio sobre el impacto negativo de la IA en las funciones cognitivas humanas.
Según revela en dicho estudio, el uso que hacen algunos profesionales o usuarios de la inteligencia artificial podría tener efectos catastróficos en el cerebro humano. Y, tal y como señala, esto se debe a que la inteligencia artificial estaría actuando como prótesis cognitiva.
Domínguez defiende que conceder a la IA la toma de decisiones, el razonamiento específico o la resolución de un problema complejo conduce, a largo plazo, a un empobrecimiento del pensamiento humano. Por este motivo, considera que la descarga cognitiva que ejercemos con la IA puede conllevar el riesgo de volver a la gente estúpida e incapaz de pensar cosas simples.
Recomienda utilizar la inteligencia artificial en situaciones que así lo requieran, ya que de lo contrario adaptaremos a nuestro cerebro a la temida dependencia de la IA.
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