Intentó viajar con el código QR de otro pasajero y sentó un precedente. Ya sabemos qué sucede si robas este elemento identificativo
En un hecho sin precedentes, un individuo intentó abordar un vuelo utilizando el código QR de otro pasajero, generando un importante revuelo en el aeropuerto. Esta situación no solo puso en riesgo la seguridad del vuelo, sino que también plantea interrogantes sobre la identidad y la integridad de este sistema de identificación. Las autoridades han tomado cartas en el asunto y han dejado claro que acciones como esta no serán toleradas, sentando así un precedente para futuros casos similares. Este incidente nos hace reflexionar sobre la importancia de respetar la privacidad y la seguridad en nuestros desplazamientos, recordándonos las consecuencias de robar un elemento identificativo tan crucial como un código QR.
Estudiante engañó a sus padres con correo falso, pero robar un QR cambió todo
El auge de la tecnología ha provocado la existencia de casos cada vez más ingeniosos de personas capaces de cualquier aspecto con tal de salirse con la suya. Unos días atrás, conocimos la historia de una estudiante de 14 años que, gracias a un correo electrónico falso, pudo engañar a sus padres durante dos meses para no ir a clase. Y hoy, en línea con esta situación, ha ganado relevancia el primer caso de robo de códigos QR mediático.
Esquiador intenta viajar con código QR ajeno y termina detenido
Como recoge Techspot en una reciente publicación, Wicliff Yves Fleurizard es un esquiador de Texas que viajó hasta Utah para hacer snowboard. Allí, tras terminar su periplo en la nieve, se dirigió al aeropuerto para regresar a casa con la intención de ver a su familia que viaja desde Florida. Sin embargo, Fleurizard carecía de lo más importante para poder coger un avión: un billete para embarcar. Y, lejos de comprar uno, decidió que lo mejor era robar el de otro pasajero ya presente en el aeropuerto.
Según señala el portal norteamericano, Fleurizard consiguió pasar el control gracias a sacar una fotografía del código QR de una menor de edad que viajaba sola. Al parecer, aprovechó un despiste de esta para registrar su billete en su móvil y pasó el control de seguridad con él. Tras esto, subió al avión y se encerró en el baño hasta el momento del despegue. Y, al salir de este y reclamar que su asiento era el 21 F, los tripulantes se percataron de la situación y avisaron a los miembros de seguridad del aeropuerto, unos agentes que vieron que el código QR de su móvil era una fotografía y no un documento original.
Una vez detenido, comprobaron las cámaras de seguridad y vieron que Fleurizard se dedicó a hacer fotos de teléfonos y tarjetas de embarque de otros pasajeros mientras no miraban. Tras capturarle, los miembros de seguridad del aeropuerto lo mantuvieron retenido hasta que dictaminaron los cargos pertinentes, si bien hay que recalcar que estos no han salido a la luz. En lo que respecta al esquiador, aseguró que cometió un error, pero señaló que solo lo hizo porque intentaba llegar a su casa para poder reunirse con su familia.
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