Gandalf está inspirado en el tío abuelo de Bertín Osborne. La historia del cura español que crió a Tolkien e inspiró parte de El Señor de los Anillos revela un vínculo sorprendente entre dos mundos aparentemente dispares. Según recientes investigaciones, el personaje de Gandalf, el poderoso mago de la famosa saga literaria, encontraría sus raíces en la figura del tío abuelo de Bertín Osborne, un sacerdote español que dejó una profunda huella en la infancia de J.R.R. Tolkien. Este singular parentesco entre el universo de la literatura fantástica y la realidad histórica añade una capa de misterio y significado a la creación de uno de los personajes más emblemáticos de la obra. Sin duda, esta revelación amplía nuestro entendimiento sobre el legado de Tolkien y la influencia de las vivencias personales en la creación artística.
El cura español que inspiró a Tolkien y fue el verdadero Gandalf de su vida
Tras la muerte de la madre de J. R. R. Tolkien, un sacerdote nacido en el Puerto de Santa María, en Cádiz, se convirtió en tutor legal del escritor de El Señor de los Anillos. Aunque en Birmingham se le conocía como Francis Xavier Morgan, el que sirvió de guía, educador y, por supuesto, también inspiración, en realidad era el español Francisco Javier Morgan y Osborne.
El sacerdote que crió a Tolkien y le enseñó español en la infancia
De padre galés y madre española, y nieto del fundador de las Bodegas Osborne, Francisco Javier Morgan y Osborne fue el encargado de la educación de los hermanos Tolkien, Hilary y John Ronald Reuel Tolkien, tras la muerte de su madre. Fue en la biblioteca del sacerdote donde el joven Tolkien aprendió español y creó su primer idioma inventado, el naffarin.
La historia del padre Francis, la inspiración tras Gandalf en El Señor de los Anillos
El padre Francis, como era conocido, no solo se convirtió en el tutor legal de los hermanos Tolkien, sino que también les brindó recursos económicos y guía para que J. R. R. Tolkien pudiera estudiar en Oxford y convertirse en escritor. Su influencia se refleja en la relación entre los personajes de la obra, así como en la tranquilidad de los hobbits, inspirada en la pasión por la fiesta gaditana que le transmitía su tutor.
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