Un rascacielos de 2 kilómetros de altura se vislumbra como el próximo desafío arquitectónico de Arabia Saudí, país conocido por su obsesión por las megaestructuras. Esta ambiciosa propuesta busca elevarse hasta alcanzar una altura sin precedentes, desafiando los límites de la ingeniería y la construcción. La noticia ha generado gran expectación en el mundo de la arquitectura y la tecnología, ya que supondría un hito histórico en la creación de edificaciones verticales. Arabia Saudí, reconocida por su apuesta por proyectos faraónicos, busca una vez más destacar en el panorama internacional a través de esta monumental obra. Sin duda, la materialización de este coloso vertical sería un logro impresionante que marcaría un antes y un después en la industria de la construcción a nivel mundial.
Arabia Saudí planea construir un rascacielos de 2 kilómetros de altura, desafiando límites
El edificio más alto del mundo sigue siendo el Burj Khalifa de Dubái con una altura de 829,8 metros, pero en su constante obsesión por las megaestructuras, Arabia Saudí apunta aún más hacia el cielo. Acaba de seleccionar al estudio británico Foster + Partners para crear un rascacielos de 2 kilómetros de altura.
Si estuviésemos hablando de cualquier otra zona del planeta, llegados a este punto empezaríamos a cuestionar la posibilidad de que algo así se termine construyendo, pero teniendo en cuenta que otras megaestructuras como The Line también nos hacían levantar alguna ceja y ya se encuentran manos a la obra, no es descabellado pensar que tarde o temprano sabremos más sobre este ambicioso proyecto.
Por ahora está aprobado pero no completamente cerrado porque, entre otras cosas, hay muchas dudas en el aire sobre la viabilidad del proyecto. Sabemos quién lo construiría y dónde iría ubicado, junto al Aeropuerto Internacional Rey Khalid al norte de Riad, pero queda por ver cómo se resuelven dudas como las relativas a su altura o cimientos.
En primer lugar hablamos de un edificio que debería de soportar cargas de viento extremas a esas alturas y, por ende, necesitaría de una base increíblemente sólida y extensa para soportar ese peso. Al andar sobre terreno completamente desconocido, no sabemos si el suelo sería capaz de aguantar ese peso. Aunque se desconoce el coste del proyecto, no sería descabellado que también termine haciendo honor a la altura del edificio.
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