Construyó un portátil gaming de 10 kilos y ahora se despide de él. Cinco años después, asume que necesita un PC más ligero
El avance tecnológico y la constante evolución en el mundo de la informática han llevado a un usuario a tomar una decisión sorprendente. Tras haber construido un portátil gaming de 10 kilos hace cinco años, ahora se encuentra en la encrucijada de despedirse de su fiel compañero de batallas. La experiencia acumulada le ha hecho reflexionar sobre la necesidad de adaptarse a las nuevas demandas del mercado, reconociendo que es momento de optar por un PC más ligero y funcional. Este cambio representa no solo una cuestión de peso físico, sino también un paso hacia la eficiencia y comodidad en sus tareas diarias.
Usuario se despide de su portátil gaming de 10 kilos después de cinco años
Aunque muchos no entiendan esa sensación, no es fácil despedirse de un aparato tecnológico con el que has pasado muchos años. Unos días atrás, publicamos la historia de un usuario que compartió una carta de despedida dirigida a su GTX 1050 Ti, una tarjeta gráfica de NVIDIA que le acompañó durante más de un lustro y se convirtió en una pieza indispensable de su PC Gaming.
De portátil a sobremesa: la emotiva despedida de un gamer a su PC fiel
En línea con la historia que ya vivimos, hemos visto el sentido homenaje que ha hecho un usuario a su ordenador “portátil” de casi 10 kilos de peso. Como señala el protagonista de esta historia en una publicación original de Reddit, durante su estancia en la universidad se animó a construir su propio portátil gaming en un estuche Pelican.
Optó por aspectos como imprimir en 3D los soportes para asegurar que estuviera impermeable al estar cerrado, una opción que priorizó por encima de los tornillos. Además, también señaló que apostó por elementos como un Ryzen 7 2700, una RTX 2060 con 16 GB de DDR4 o una pantalla de 1080p a 120 Hz para, en resumidas cuentas, construir un equipo de lo más competente que pudo llevar a cualquier lado.
La batería de 670 Wh le daba la posibilidad de contar con una autonomía de 4 horas si hablamos de juego a máximo rendimiento o, por el contrario, de entre 8 y 12 horas si se dedicaba a la ofimática, navegación web, consumo de contenido en streaming y otras opciones menos exigentes. Por último, también señaló que el equipo era súper silencioso, que incorporó varios puertos USB y que, por desgracia, pesaba 9,9 kilos, una medida que lo convertía en un ordenador portátil de lo más aparatoso.
A pesar de las múltiples virtudes que señaló, cree que ha llegado el momento de hacer un cambio. Quiere tener un ordenador portátil más ligero, una mejor tarjeta gráfica y una pantalla que ofrezca una mejor resolución. Sin embargo, no es un “adiós definitivo” al equipo que le ha acompañado durante más de un lustro, ya que asegura que reacondicionará su invento para colocarlo dentro de una caja. Y, con ello, su portátil gaming pasará a ser un PC Gaming de sobremesa, una opción con la que no tendrá que despedirse de su viejo amigo.
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