En la historia militar, pocos ejércitos han logrado sostener un legado de invencibilidad tan notable como los Tercios. Esta formidable fuerza militar, reconocida como el primer ejército profesional de la historia, mantuvo su invicto récord durante 150 años, desafiando a enemigos y conquistando territorios con una eficacia sin igual. Los Tercios, una innovadora formación de infantería española, destacaban por su disciplina, entrenamiento riguroso y tácticas de combate revolucionarias. Su legendaria resistencia en el campo de batalla les valió el respeto y temor de sus adversarios, convirtiéndolos en un símbolo de poder militar y determinación. El legado de los Tercios perdura como un testimonio impresionante de la grandeza y eficacia de una fuerza armada excepcional.
Los Tercios: años de invencibilidad en la historia militar española
Aunque el tiempo haya maltratado su bandera y legado por culpa de la extrema derecha, la historia de los Tercios es una de las más interesantes y desconocidas del ejército español. De hecho, es clave para entender los ejércitos de todo el mundo, y es que estamos ante la primera formación militar profesional que recibía entrenamiento y un sueldo, como si fuese un trabajo más en vez de una obligación dictada por un monarca.
La impactante estrategia detrás de los Tercios, los legendarios guerreros españoles del siglo XVI
Allá por el siglo XVI, las condecoraciones de los Reyes Católicos a Gonzalo Fernández de Córdoba por sus victorias en Italia le permiten aportar su experiencia y don para la estrategia en la creación de un nuevo ejército. Lejos de mantener la tónica habitual de reclutar mercenarios y obligar a los campesinos a luchar contra su voluntad, el también conocido como Gran Capitán da forma a una reestructuración que se convertiría en el primer ejército moderno profesional de la historia de Europa.
La estrategia militar detrás de los Tercios: Uniendo a caballería, artillería y arcabuceros (llamados así por el rifle que utilizaban), Fernández de Córdoba creó el cuerpo valiéndose de un ejército profesional formado por veteranos que se alistaban por voluntad propia, provocando con ello una hermandad en la que los soldados luchaban con una fe ciega hacia su labor, el rey y la religión.
De la mano de una estrategia mediante la que formaban un cuerpo único con armas de fuego en el frente, picas para frenar a los caballos en posibles cargas en segunda línea, y un tercer grupo armado con espadas y dagas cuando llegase el momento de cargar contra los caballos que quedaban ralentizados, los Tercios se convirtieron en el ejército más temido entre franceses, ingleses y holandeses durante la Guerra de los 80 Años.
Pese a permanecer invictos durante 150 años con victorias como la de la batalla de Gembloux, la victoria que ahora la derecha española ha convertido en día nacional el 31 de enero como el día de los Tercios, a finales del siglo XVII la situación económica y política de España deja en muy mala posición a esta parte de su ejército, que se ve envuelto en contiendas para las que no tiene suministros ni miembros suficientes y el grupo termina desapareciendo en su lucha contra Francia.
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