La clave para disfrutar en una montaña rusa está en un detalle del diseño: los loopings no son circulares
Un estudio reciente revela que el diseño de los loopings en las montañas rusas influye directamente en la experiencia de los pasajeros. Contrario a la creencia popular, los loopings no son perfectamente circulares, sino que presentan una forma ligeramente ovalada. Esta diferencia en la geometría de los loopings permite una sensación de ingravidez más prolongada y suave para los pasajeros, evitando así la incomodidad y mareos asociados con las montañas rusas tradicionales. Los expertos destacan que este pequeño detalle en el diseño puede marcar la diferencia entre una experiencia placentera y una desagradable en las atracciones de parques de diversiones. Sin duda, un avance que cambiará la forma en que se conciben las montañas rusas en el futuro.
Descubre por qué los loopings de las montañas rusas no son circulares
Si se le solicita a alguien que dibuje la montaña rusa de su parque de atracciones ideal, es muy probable que entre todas las subidas y bajadas que diseñe para su trayecto perfecto, en cierto punto también termine dibujando un espectacular looping que se convierta en la gran estrella de la atracción. Sin embargo, es probable que lo dibuje incorrectamente.
No se está juzgando la capacidad de hacer un círculo perfecto a mano alzada. En realidad, lo complicado al diseñar una montaña rusa es que, cuanto más se acerque ese looping a un círculo completamente redondo, más problemas enfrentarán los pasajeros que se aventuren a subir en ella.
Lo que se busca al realizar estos loopings es romper con la simetría entre la subida y la bajada mientras se reduce el tiempo que el cuerpo permanece boca abajo en la zona más alta del giro. Al realizar una transición más suave entre la entrada y la salida del loop, se reducen las fuerzas de aceleración y hace que la atracción sea más segura.
El diseño clave de los loopings evita mareos y garantiza diversión extrema
Basta con fijarse en la forma de cualquier montaña rusa para apreciar que sus loopings están lejos de ser completamente circulares. La figura, esa suerte de gota invertida terminada en punta que podemos ver en parques como el de Disneyland o alternativas locales como Port Aventura, se llama curva clotoide. Esta forma peculiar, por cuestiones de física, evita que los pasajeros terminen desmayados o sufran consecuencias más graves.
El gran logro detrás de este diseño va más allá de lo puramente estético y se hizo con la intención de evitar que las fuerzas G provocadas por el giro fueran demasiado altas. De estar ante un loop circular, la fuerza de la aceleración provocaría que la sangre se alejara del cerebro y, potencialmente, terminaría produciendo un desmayo.
Al realizar el diseño de estos loopings, se busca romper con la simetría entre la subida y la bajada mientras se reduce el tiempo que el cuerpo permanece boca abajo en la zona más alta del giro. Al realizar una transición más suave entre la entrada y la salida del loop, se reducen las fuerzas de aceleración y hace que la atracción sea más segura.
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