La reciente noticia sobre el descubrimiento de un cementerio de hace 6.000 años donde se llevaban a cabo rituales ha generado gran interés en la comunidad arqueológica. Este sitio arqueológico, que revela la riqueza cultural de tiempos remotos, se verá oculto bajo la construcción de la mayor fábrica de chips de Europa, lo que plantea un reto para la preservación de este importante hallazgo histórico. La coexistencia de vestigios de un pasado ancestral con la tecnología moderna nos invita a reflexionar sobre la necesidad de conciliar el progreso industrial con la protección del patrimonio arqueológico. Sin duda, este hallazgo arqueológico nos brinda la oportunidad de profundizar en el conocimiento de las antiguas prácticas funerarias y rituales de las civilizaciones que habitaron la región hace milenios.
Intel construirá su megafábrica en Alemania sobre un antiguo cementerio de hace 6.000 años
Si existe una compañía con una ambición desmesurada a la hora de alcanzar el liderazgo de su sector, esa es Intel. La firma norteamericana, antaño la cabeza de la industria de semiconductores, ha perdido fuerza con la irrupción de TSMC y la entrada de Samsung en el sector. Sin embargo, ello no significa que vaya a rendirse y, como ya confirmó la firma estadounidense, están trabajando en construir nuevas fábricas en distintos territorios del mundo.
En una reciente publicación de PC Gamer, se informa que Intel está a punto de empezar la construcción de su megafábrica en Magdeburgo, Alemania. Allí, confían en desarrollar parte de sus chips de nueva generación, convirtiendo esta localización en su mayor instalación europea. Las obras comenzarán pronto con la intención de empezar a operar en 2027. Sin embargo, la historia tenía una cita con Intel, ya que el lugar planeado para levantar su fábrica fue, hace 6.000 años, una zona para enterrar a los lugareños que poblaron el planeta durante el Neolítico.
El Dr. Oliver Dietrich, a cargo de los equipos de arqueólogos en la zona, señaló que se encontraron dos enterramientos situados a unos 200 metros de distancia el uno del otro, con una antigüedad de 6.000 años. Este lugar fue importante durante el asentamiento del Neolítico temprano, no solo como paisaje funerario, sino donde se practicaban rituales, incluidos sacrificios de animales.
Por el momento, no se ha confirmado qué sucederá con los enterramientos afectados ni con los restos descubiertos. Se espera que sean trasladados a un lugar seguro antes de que Intel inicie la construcción de su fábrica. Para muchos, levantar una instalación sobre un lugar donde se enterraban personas y se practicaban rituales de sacrificio no es un buen presagio.
Los arqueólogos continuarán con su trabajo hasta finales de abril, momento en el que llegará Intel para comenzar la construcción. A pesar de este descubrimiento inesperado, Intel sigue firme en su objetivo de expandir sus operaciones y mantenerse en la vanguardia de la tecnología de semiconductores.
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