En base a un reciente estudio, se ha constatado que los niños que optan por no gastar dinero real en juegos como Fortnite o EA Sports FC se enfrentan a un preocupante fenómeno de acoso. Esta investigación revela una realidad alarmante en la cual los jóvenes que no participan en transacciones monetarias dentro de estas plataformas virtuales son objeto de hostigamiento por parte de sus pares. Es pertinente destacar que este tipo de comportamiento, dirigido hacia aquellos que no siguen la corriente de consumismo dentro de los videojuegos, genera un ambiente tóxico y discriminatorio en línea. Estos hallazgos plantean la necesidad de abordar de manera urgente este problema social que afecta la integridad emocional y psicológica de los menores en el entorno digital.
Impacto del acoso en los videojuegos en niños y jóvenes gamers
El acoso en los videojuegos es un fenómeno profundamente arraigado que afecta a los más pequeños de la casa, revela un estudio reciente realizado en Noruega. Este medio de entretenimiento, que ha evolucionado de un simple hobby a una industria multimillonaria accesible para todos, presenta una serie de desafíos para los jóvenes jugadores. Desde la presión para adquirir artículos cosméticos hasta la exposición a anuncios y estafas online, estos problemas pueden tener efectos significativos en su bienestar emocional y financiero.
Según Kamilla Knutsen Steinnes, una de las investigadoras involucradas en el estudio, la skin que tenga un niño dentro de un juego puede tener un impacto crucial en la forma en que es tratado por sus compañeros, incluso llegando a ser etiquetado como pobre si no ha gastado dinero en su personaje. Esto ha creado una dinámica donde aquellos que invierten en elementos in-game reciben más atención y popularidad, mientras que los que no pueden permitírselo se sienten excluidos.
El estudio realizado por la Universidad Metropolitana de Oslo, como parte de una iniciativa del gobierno noruego, recogió testimonios como el de Frank, un niño de 13 años, quien compartió su experiencia en la industria de los videojuegos. Frank mencionó que la integración social a través de la vida digital ha creado una presión adicional para que los niños se ajusten a las normas y expectativas dentro de los grupos sociales.
Clara Julia Reich, investigadora de la UMO, señaló que la presión para encajar en el mundo de los videojuegos se asemeja a la de otros contextos sociales, pero adopta nuevas formas. Algunos niños pueden sentirse excluidos si no tienen los recursos para jugar con sus amigos, como una conexión Wi-Fi o skins premium. Además, los editores de juegos han intensificado sus esfuerzos para promocionar compras dentro de las tiendas in-game, lo que dificulta que los niños se enfoquen en otras áreas de su vida.
La presencia de estafadores que se aprovechan de la ingenuidad de los niños agrava la situación. Los menores, a menudo, carecen de la competencia necesaria para identificar y evitar estas estafas, lo que los hace vulnerables a tácticas de venta de alta presión. Este problema se ve agravado en el caso de las niñas, como lo compartió Sidra, una joven de 14 años entrevistada en el estudio, quien fue víctima de abuso tanto dentro como fuera de los videojuegos.
Estos estudios noruegos subrayan los desafíos que enfrentan los niños y jóvenes gamers en la actualidad. A medida que los videojuegos se popularizan en dispositivos móviles y en línea, es esencial abordar estas preocupaciones para garantizar un entorno seguro y saludable para los jugadores jóvenes.
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