San Francisco se encuentra en medio de una controversia luego de anunciar su plan de reemplazar a los conductores de trenes por inteligencia artificial, sin embargo, surge un dilema inesperado. El sistema propuesto para llevar a cabo esta transición todavía utiliza disquetes, una tecnología obsoleta que data de décadas atrás. Esta situación plantea un riesgo inminente, ya que se avecina un fallo catastrófico si no se actualiza urgentemente el sistema. La combinación de la avanzada inteligencia artificial con la arcaica tecnología de almacenamiento pone en jaque la seguridad y eficiencia del servicio de transporte ferroviario en la ciudad. Las autoridades locales deberán actuar con prontitud para evitar posibles consecuencias negativas derivadas de esta situación inusual.
San Francisco apuesta por inteligencia artificial en trenes, pero su sistema usa disquetes
La ciudad de San Francisco se ha visto envuelta en una paradoja tecnológica al descubrirse que, a pesar de ser vecina de Silicon Valley y albergar las oficinas de grandes empresas tecnológicas, utiliza disquetes para operar sus trenes de transporte público. Esta tecnología obsoleta, con más de 20 años de antigüedad, se mantiene en funcionamiento en los trenes que recorren las empinadas calles y el sistema de metro de la ciudad.
Desde la SFMTA (San Francisco Municipal Transportation Agency) reconocen que el sistema, que ya cuenta con 26 años de vida, fue adoptado en una época en la que las computadoras no tenían discos duros. A pesar de haber sido diseñado para durar entre 20 y 25 años, parece que no será actualizado antes de la próxima década, a menos que ocurra un fallo catastrófico que obligue a una renovación urgente.
Trenes de San Francisco en riesgo por fallo catastrófico en sistema obsoleto
Aunque el sistema basado en disquetes no representa un peligro inminente para los pasajeros, su obsolescencia plantea un riesgo potencial. Estos disquetes determinan las funciones de las distintas líneas de transporte público al ponerse en marcha, por lo que un fallo en el sistema podría provocar un colapso en la operatividad de los trenes de San Francisco.
Ante la posibilidad de una actualización, se contempla la implementación de un sistema de conducción basado en inteligencia artificial, que reduciría aún más la interacción humana en el mecanismo actual. A pesar de la resistencia al cambio, resulta comprensible la necesidad de modernizar un sistema tecnológico que se encuentra claramente desfasado en la era actual.
Deja una respuesta