En España hay más de 120 USB que sobresalen de una pared: esto es lo que puedes encontrar en ellos si asumes el riesgo de conectar tu móvil o portátil
Recientemente se ha descubierto en España un fenómeno peculiar que ha llamado la atención de muchos ciudadanos: más de 120 puertos USB sobresaliendo de una pared en una ubicación pública. Esta situación ha despertado la curiosidad de los transeúntes, quienes se preguntan qué misterios albergan estos dispositivos. Sin embargo, las autoridades advierten sobre los riesgos potenciales de conectar dispositivos móviles o portátiles a estos puertos desconocidos.
Algunos valientes que han decidido asumir el riesgo han reportado encontrar una variedad de contenidos al conectar sus dispositivos, desde archivos curiosos y desconcertantes hasta mensajes encriptados y misteriosos. Esta situación plantea interrogantes sobre la seguridad de la información personal y la posibilidad de posibles ciberataques a través de estos puertos USB aparentemente inofensivos. Es importante tener precaución y consultar a expertos en seguridad cibernética antes de aventurarse a explorar lo desconocido.
USB Dead Drops: la tendencia de conectar en lo desconocido desde las paredes de España
Descubre el misterio detrás de los USB incrustados en las paredes de varias ciudades españolas. En Barcelona se pueden encontrar alrededor de 25, mientras que ciudades como Madrid o Bilbao esconden en sus muros aproximadamente una decena. Este número es bastante modesto si lo comparamos con los 300 distribuidos por toda Alemania o los 131 que se encuentran solo en Nueva York, donde esta peculiar moda de incrustar un USB en una pared para que la gente se conecte tuvo sus primeros pasos.
Este fenómeno, conocido como USB Dead Drops, fue creado por el artista alemán Aram Bartholl en 2010 como una exposición de arte público inusual. Su idea era simple: incrustar unidades flash en Nueva York para que las personas pudieran compartir y recopilar información de forma anónima. Desde los cinco USB iniciales, la lista ha crecido hasta los 2.301 y los 72.734 GB en USB repartidos por todo el mundo.
El concepto gira en torno a la defensa del anonimato en una época de control exhaustivo, ofreciendo una especie de nube anarquista para aquellos preocupados por la privacidad en línea o la libertad de expresión. A través de la página oficial de Dead Drops, los usuarios comparten la ubicación y objetivo de cada USB, ofreciendo datos como coordenadas, tamaño del dispositivo y la intención con la que fue creado, que va desde compartir música hasta contenido activista.
La diversidad de archivos que se pueden encontrar es amplia, pero también existe el riesgo de encontrarse con malware o contenido ilegal. Por ello, es importante tomar medidas de seguridad al sumarse a esta tendencia, como mantener dispositivos actualizados, verificar el contenido de los archivos antes de abrirlos y utilizar entornos virtuales seguros.
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