La sorprendente verdad sobre la leche de vaca: 68% de la población es intolerante a la lactosa, y aún no sabemos por qué empezamos a beberla. ¡La mejo

La leche de vaca es un alimento que ha sido consumido por siglos en todo el mundo, y se considera una parte fundamental de la dieta de muchos países. Sin embargo, una gran cantidad de personas experimentan molestias después de consumirla, como dolor abdominal, diarrea y flatulencia. La razón detrás de estos síntomas es la intolerancia a la lactosa, una condición en la que el cuerpo no puede digerir adecuadamente el azúcar natural de la leche, llamada lactosa. Lo sorprendente es que, según las estadísticas, un 68% de la población sufre de esta condición, lo que plantea una pregunta fundamental: ¿por qué empezamos a beber leche de vaca en primer lugar? La respuesta a esta pregunta sigue siendo un misterio, pero una teoría interesante puede darnos una pista sobre este enigma.

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La sorprendente verdad sobre la leche de vaca: ¿por qué empezamos a beberla?

Hace 9.000 años, en una zona de lo que actualmente es Turquía, junto al mar de Mármara, se encontraron algunas de las primeras vasijas con restos de leche de los que tenemos constancia. Sin embargo, no tenemos la menor idea de por qué empezamos a beberla.

Es interesante destacar que alrededor del 68% de la población mundial es intolerante a la lactosa, el azúcar que hay en la leche y productos lácteos derivados. Sin embargo, en la actualidad estamos mucho mejor que en aquella época. La mayoría de mamíferos no pueden digerir la leche tras la infancia, y nosotros tampoco podíamos.

¿Por qué bebemos leche tras la niñez?

¿Por qué bebemos leche tras la niñez?

Se cree que fueron las primeras sequías provocadas por las glaciaciones las que, además de empujar a la humanidad más allá de su lugar de origen en África, invitaron a la población a acercarse a la leche como fuente de hidratación. En esa situación, según la teoría, aquellos que gozasen de una mutación que permitiese digerir la leche tendrían mayores posibilidades de supervivencia que el resto, lo que a la larga implicaría más y más descendencia traspasando esa ventaja.

Que más allá de eso se popularizase su uso alrededor del globo, de la mano de granjas que iban desde las ovejas y las vacas hasta los camellos y los renos, tiene bastante que ver en cómo los yogures y cualquier otro sistema mediante el que fermentar la leche, reducen la lactosa y los hacen más digeribles para quienes no gozan de esa mutación.

El queso, una vez más, la respuesta a todos nuestros problemas. La fermentación de la leche ha permitido que la lactosa se reduzca, lo que ha permitido que más personas puedan consumir productos lácteos sin problemas.

Rafael Ruiz

Hola, soy Rafael, redactor de la página web Legión Gamer. Apasionado de los videojuegos y el gaming en todas sus plataformas, desde PC hasta móvil. Me encanta explorar los últimos lanzamientos de PS5, PS4, Xbox y Switch para ofrecer a nuestros lectores las mejores reseñas y análisis. En Legión Gamer, me dedico a mantener a nuestra audiencia informada sobre las últimas noticias del mundo de los videojuegos y compartir mi pasión por esta industria en cada artículo que escribo. ¡Únete a nuestra comunidad gamer!

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