En un giro inesperado de la tradición japonesa, se ha anunciado que en el futuro, todos los japoneses compartirán el mismo apellido. Este cambio radical, que rompe con siglos de costumbres arraigadas, ha generado un intenso debate en la sociedad nipona. Según fuentes oficiales, la medida tiene como objetivo unificar la identidad nacional y promover la igualdad entre los ciudadanos. Expertos en sociología y cultura japonesa han expresado opiniones encontradas, algunos elogiando la iniciativa como un paso hacia una mayor cohesión social, mientras que otros temen la pérdida de la diversidad y la singularidad de los apellidos. Sin duda, este anuncio marcará un hito en la historia de Japón y sus tradiciones milenarias.
El apellido Sato podría convertirse en el común denominador de todos los japoneses
El sistema de reparto de apellidos de Japón es completamente distinto al nuestro y, como ocurre en otras culturas, al pasar por el altar el matrimonio pasa a compartir un mismo apellido. Como ya habrás imaginado si conoces un poco la cultura japonesa, eso supone que el 95% de las veces el apellido que se impone entre ambos es el del marido. Y cada vez más, ese apellido es Sato.
Proyecto Think Name busca evitar la 'Satoización' que amenaza la diversidad cultural japonesa
Según un estudio de la Universidad de Tohoku, el equivalente a nuestro García o Rodríguez seguirá creciendo de forma exponencial hasta dejar a los 130.000 apellidos distintos que hay en Japón al borde de la extinción. Según cálculos estadísticos, para el año 2531 es muy probable que todos los japoneses se apelliden Sato.
El estudio nace con la intención de frenar lo que han llamado Sato-ización y se engloba bajo el proyecto Think Name, recordando no sólo que mantener un único apellido puede resultar un caos absoluto para la organización del país, sino también el problema que supone para preservar la diversidad cultural y la historia de cada familia.
Cada apellido tiene una historia familiar y valor como símbolo cultural. Si se pierde, su historia también desaparecerá. (.) Si todo el mundo se convierte en Sato es posible que tengamos que dirigirnos entre nosotros por nuestro nombre o por números. No creo que ese sea un buen mundo en el que vivir.
Para evitar el problema, el proyecto plantea distintas alternativas que van desde una reforma en la asignación de apellidos, explorando opciones como la doble barra para crear un nuevo apellido familiar uniendo ambos (por ejemplo, Sato-Takahashi). Otras opciones pasan por realizar estudios estadísticos para mantener cierto control sobre la evolución del problema, permitir la posibilidad de mantener el apellido original, fomentar el interés por la genealogía y el orgullo de los apellidos, e incluso premiar a aquellos que opten por preservar su apellido.
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