La inteligencia artificial (IA) ha generado un revuelo en Google con su reciente actualización, al introducir un inesperado giro al recomendar estafas, fraudes y programas maliciosos. Esta situación ha desconcertado a los usuarios y ha planteado interrogantes sobre la fiabilidad de las tecnologías emergentes. Google, conocido por su enfoque en la seguridad y calidad de sus servicios, se ve ahora en aprietos ante este inusual incidente. La confianza en los algoritmos de IA se ve cuestionada, y la compañía se encuentra trabajando diligentemente para corregir este desliz que pone en riesgo la integridad de su plataforma. Esta inesperada falla pone de manifiesto los desafíos y responsabilidades que conlleva la implementación de la inteligencia artificial en entornos cotidianos.
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Google y su IA generan caos al recomendar estafas y fraudes en línea
Hace casi tres semanas conocimos que Google había lanzado una actualización centrada en combatir el contenido de baja calidad. De esta forma, la firma norteamericana utilizaría la inteligencia artificial para potenciar su algoritmo y, de esta forma, evitar que los usuarios encuentren resultados problemáticos. Pero, según ha confirmado una experta en SEO a través de sus redes sociales, la actualización de Google no solo no mejora la interacción de los usuarios, sino que entorpece la experiencia de los mismos.
La IA de Google desata polémica al dirigir a usuarios a sitios maliciosos
Como señala Techspot en una reciente publicación, Lili Ray (consultora SEO) indicó que la experiencia que empezó a desplegar Google a comienzos de mes no es tan efectiva como la compañía cree. Hace unas semanas, la firma publicó su Experiencia Generativa de Búsqueda (SGE), una opción con la que la IA se convierte en un aliado y permite a los usuarios formular preguntas complejas y más descriptivas para encontrar respuestas más útiles: resúmenes de texto, recomendaciones relacionadas y más. Pero, a diferencia de lo que pensó Google, su herramienta dista mucho de ser lo que esperaban.
Según indicó Ray en su publicación, el problema de la compañía está en la raíz de una campaña de envenenamiento SEO de sitios web maliciosos. Al salirse con la suya, los usuarios se topan con enlaces que, por ejemplo, necesitan una serie de redireccionamientos hasta llegar al sitio. Así, por el camino se topan con un montón de publicidad invasiva, fraudes, estafas, spam y similares, una situación que se ha incrementado a raíz de la última actualización de Google.
En estos momentos, la única solución posible es que la propia compañía vuelva a revisar sus algoritmos para evitar este mal trago para los usuarios. Sin embargo, Google asegura que ya lleva a cabo esta tarea, ya que afirman que actualizan constantemente sus algoritmos para protegerse contra el spam. Sea como fuere, el motor de búsquedas más popular del mundo tiene un grave problema y, por desgracia, la IA no es capaz de solucionarlo. De hecho, los resultados que arroja a los usuarios solo incrementan la gravedad de la situación.
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