En el corazón de la historia del Imperio Maya se encuentran las Star Wars, un término que evoca brutales batallas capaces de eliminar pueblos y dejar ciudades desiertas. Esta civilización mesoamericana, reconocida por su avanzado desarrollo cultural y arquitectónico, también estuvo marcada por conflictos bélicos que tuvieron un impacto profundo en su sociedad. Las investigaciones arqueológicas revelan un panorama de violencia extrema entre las distintas ciudades-estado mayas, donde se libraron batallas que determinaron el destino de poblaciones enteras. Estos episodios bélicos, lejos de ser simples enfrentamientos, representan un aspecto crucial en la comprensión de la compleja historia de una de las civilizaciones más fascinantes de la antigüedad.
Descubre las brutales Star Wars del Imperio Maya y sus impactantes consecuencias
Los mayas utilizaban glifos para representar sus conflictos. Dependiendo de la escala de los mismos, impulsados principalmente por motivos políticos o de recursos, el Imperio Maya separaba sus luchas internas en cuatro glifos distintos: el Chucʼah que referencia una captura, el Ch’ak para la decapitación, el Hubi para la destrucción, y por último, el más cruel y demoledor de todos, el Star War.
Las Star Wars o guerras estelares eran el mayor evento que podía vivir un pueblo maya. De la mano de crueles batallas con unidades militares fuertemente armadas, y tácticas de guerrilla como el terror psicológico o las emboscadas, estas guerras sólo podían terminar con el final de una de las dos sociedades enfrentadas, dejando paso a una nueva dinastía que sería la encargada de dominar la zona tras su victoria.
Pero pese a la violencia de los mayas en estas contiendas, lo cierto es que no entraban a matar. Su objetivo era capturar enemigos vivos y hacerlos prisioneros porque eso suponía un símbolo de prestigio y, además, podían servir de ofrenda a los dioses. Quienes caían en manos del enemigo eran torturados, humillados, y sacrificados en actos públicos, e incluso hay datos como los de la lucha entre los Calakmul contra los Naranjo el 24 de diciembre del 631, que muestran signos de canibalismo.
Las 13 guerras estelares de las que se tiene constancia entre los pueblos mayas datan de entre el 562 y el 781 después de Cristo, mucho antes de que George Lucas lanzase la primera película de Star Wars en 1977. Pero la cinta de ciencia ficción cobró un papel especial cuando, aprovechando la popularidad de la película en su lanzamiento, la arqueóloga Linda Schele decidió llamar a este glifo en particular: Star War. El término, en cualquier caso, no era descabellado.
Las impactantes guerras estelares mayas: capturas, decapitaciones y destrucción en batallas épicas
Los de Star Wars, en concreto, muestran una estrella que derrama gotas de líquido sobre la Tierra y, además de estar relacionados con estas crueles guerras, también se asocian con las fases vespertinas de Venus. El momento en el que Venus puede verse al atardecer cada 584 días (dependiendo de la posición de la Tierra la cifra puede cambiar) y que comúnmente conocemos como Lucero del alba.
Aunque entre la comunidad científica no hay unanimidad al atar la posición de Venus en el cielo con las batallas mayas, y hay quienes las atan a otros fenómenos como la aparición de Júpiter, la de Saturno, o incluso los eclipses, lo cierto es que el 70% de las Star Wars coinciden con la fase vespertina de nuestro planeta vecino.
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