En el parque temático de Disneyland en Japón, los visitantes han sido testigos de un espectáculo que ha dejado a todos con la boca abierta. La metamorfosis de La Bella y la Bestia, uno de los espectáculos más populares del parque, ha sorprendido a los asistentes con una transformación impresionante. Sin embargo, lo que muchos no saben es que detrás de este espectáculo se esconde un secreto que lleva 400 años, un misterio que ha sido guardado celosamente por los responsables del parque. ¿Cuál es el origen de esta leyenda y cómo ha logrado permanecer en el anonimato durante tanto tiempo? A continuación, descubriremos el fascinante secreto detrás de la magia de La Bella y la Bestia.
La metamorfosis de La Bella y la Bestia en Disneyland Japón: un truco con siglos de historia que deja a todos atónitos
Pese a que es la clave detrás de los fantasmas de la Mansión Encantada de parques como Disneyland París, la transformación con la que la atracción de La Bella y la Bestia cierra su particular espectáculo en el parque de Disney en Japón es la que constantemente atrae todas las miradas en redes sociales. Y no es para menos, porque pese a ser un truco con más de 400 años de historia, sigue siendo espectacular.
La transformación de la Bestia, mostrándose los últimos momentos de Bestia tras las heridas recibidas al final de la película, la figura empieza a elevarse y, entre luces y efectos, desaparece para dejar a la vista la forma original del príncipe mientras los visitantes de Tokyo Disneyland se preguntan qué narices acaba de pasar.
La respuesta a esa pregunta está en el Fantasma de Pepper, en el que se inspiró Disney. El origen de este truco se remonta al trabajo de John Henry Pepper, que heredó del filósofo e investigador Giovanni Battista della Porta, y dio forma a la idea de mostrar un fantasma en el escenario de un teatro valiéndose de un juego de luces y espejos.
Cómo funciona la transformación de la Bestia en Disneyland
El truco consiste en tener dos habitaciones separadas por una lámina de cristal en un ángulo de 45 grados y, al modificar la luz entre ambas, lo que se está iluminando en la habitación oculta a la vista del público termina proyectándose sobre el cristal inclinado, dando la sensación de que la imagen está flotando.
Una suerte de holograma primigenio que, unido a los clásicos animatrónicos de Disney, ofrece la sensación de que la Bestia se está transformando en directo ante la atónita mirada de unos visitantes que no alcanzan a entender lo evidente, que el muñeco que desaparece en realidad es el reflejo de otro que está en el techo.
Este truco, que ha sido utilizado por Disney para crear esta impresionante transformación, es un ejemplo más de cómo la tecnología y la creatividad pueden unirse para crear experiencias únicas y emocionantes para los visitantes de los parques temáticos.
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