Un PC de 32.000 euros con 1.000 GB de RAM no puede jugar videojuegos, ¿por qué? La explicación te sorprenderá.

Un PC de 32.000 euros con 1.000 GB de RAM no puede jugar videojuegos, ¿por qué? La explicación te sorprenderá.

En una noticia que ha desconcertado a muchos entusiastas de la tecnología, se revela que un costoso PC de 32.000 euros equipado con 1.000 GB de RAM no puede ejecutar videojuegos. ¿Cómo es posible que una máquina con semejante potencia no pueda cumplir con esta función básica? La respuesta se encuentra en un detalle técnico crucial que ha pasado desapercibido para muchos. La compatibilidad de los componentes es fundamental en el rendimiento de un equipo, y en este caso, la tarjeta gráfica del PC en cuestión no es capaz de procesar los gráficos exigentes de los juegos modernos. Un recordatorio de que, a pesar de la impresionante cantidad de RAM, la elección de cada elemento del sistema es determinante para su desempeño en tareas específicas como el gaming.

Un PC de 32.000 euros con 1.000 GB de RAM no puede jugar videojuegos, ¿por qué?

Un PC de 32.000 euros con 1.000 GB de RAM no puede jugar videojuegos, ¿por qué?

El insólito caso de un gamer que invirtió una gran suma de dinero y no puede disfrutar de su pasatiempo favorito ha causado revuelo en la comunidad. Desde hace meses, hemos sido testigos de cifras desorbitadas destinadas a la construcción de PCs para gaming. Sin embargo, la historia que hoy nos ocupa supera con creces a todas las anteriores, con una inversión de 32.000 euros.

En una reciente publicación en Reddit, el protagonista de esta historia revela que decidió destinar tal cantidad de dinero para construir un equipo con 1.000 GB de RAM, una cantidad extraordinaria que sorprende a propios y extraños. A pesar de que lo habitual para disfrutar de videojuegos en PC es contar con 8 GB de RAM como mínimo, y hasta 32 GB en los casos más avanzados, este jugador quiso ir un paso más allá.

El resultado de su inversión asombrosa incluye componentes de alta gama, como una placa base SuperMicro X13SWA-TF, un procesador Intel Xeon W9-3495X con 56 núcleos, unidades de memoria SSD PCIe 4.0 NVMe de 8 TB en RAID, una tarjeta gráfica NVIDIA RTX 6000 Gen Ada con 48 GB de memoria GDDR6 y una fuente de alimentación de 12V y 1600 Watts. Todo ello, diseñado para el procesamiento de datos LiDAR, una técnica de medición a distancia utilizada en entornos como obras de construcción.

Sin embargo, la sorpresa llega al descubrir que este potente equipo, valorado en miles de euros, no es capaz de ejecutar videojuegos de forma óptima. A pesar de todas sus especificaciones técnicas y su alto rendimiento en aplicaciones de trabajo, su configuración no está preparada para el gaming, dejando al propietario con una inversión millonaria que no cumple con sus expectativas en cuanto a diversión y entretenimiento.

Este caso peculiar nos recuerda la importancia de planificar cuidadosamente la inversión en tecnología, asegurándose de que los componentes elegidos sean los adecuados para los propósitos deseados. En un mercado tan cambiante y diverso como el de la informática, es fundamental estar informado y asesorado por expertos para evitar situaciones como la que ha vivido este aficionado al gaming. Una lección de la que todos podemos aprender.

Rafael Ruiz

Hola, soy Rafael, redactor de la página web Legión Gamer. Apasionado de los videojuegos y el gaming en todas sus plataformas, desde PC hasta móvil. Me encanta explorar los últimos lanzamientos de PS5, PS4, Xbox y Switch para ofrecer a nuestros lectores las mejores reseñas y análisis. En Legión Gamer, me dedico a mantener a nuestra audiencia informada sobre las últimas noticias del mundo de los videojuegos y compartir mi pasión por esta industria en cada artículo que escribo. ¡Únete a nuestra comunidad gamer!

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