En un emotivo acto de despedida, un jugador ha decidido renunciar a su querido PC Gaming, fiel compañero desde el año 2005, debido a los estragos causados por la corrosión. La máquina, que ha resistido el paso del tiempo y las exigencias de los videojuegos más modernos, finalmente se rindió ante el avance imparable del óxido. Según el propio dueño, el peso del ordenador era tal que comparó su masa con la de una cama. Este gesto simboliza el fin de una era para el jugador, quien ahora se enfrenta al reto de encontrar un reemplazo a la altura de su fiel compañero de tantos años.
Jugador se despide de su PC Gaming por corrosión: ¡Pesa como una cama!
Actualizar el PC Gaming es uno de los momentos más importantes para muchos jugadores. Por distintos motivos, ya sea por apostar por una nueva tarjeta gráfica, un procesador más potente o directamente otro ordenador, lo cierto es que este evento es uno de los favoritos de los usuarios. Sin embargo, ello no evita que nos deje historias de lo más curiosas, como la del usuario que decidió gastar 1.200 euros en una tarjeta gráfica para sujetarla con una pistola.
Ser precavido le ayudó a no tirar a la basura 2.000 euros, ya que la ganga que encontró en forma de PC Gaming no estaba a la altura de su precio. No obstante, en esta ocasión la historia de hoy no está marcada por un acto tan peligroso, sino por la nostalgia.
Como se puede ver en una publicación original del foro de Reddit, un jugador decidió decir adiós a su ordenador tras casi 20 años junto a él. Tras describirlo como una “leyenda”, contó la historia de cómo lo recibió y relató la forma en que ha conseguido conservarlo hasta hoy. Y, sorprendentemente, la publicación se llenó de otros usuarios celebrando dicho acontecimiento.
Se trata de “una bestia de 1.000 W de potencia”. Señaló que es el PC Gaming de su infancia y que lo recibió en el año 2005, momento exacto en el que se convirtió en lo más pesado de la casa al contar con una caja de acero inoxidable. Si bien no indicó qué tipo de componentes tenía, sí aseguró que los mismos están oxidados y, por ello, lo más conveniente es convertir a esta unidad en un residuo electrónico.
El equipo es tan pesado que asegura que el peso es similar al de la estructura de su cama, razón por la que ha desechado la idea de conservarlo incluso como recuerdo. Sea como fuere, que un equipo así haya aguantado casi 20 años es sorpresivo, pero a día de hoy no es más que un pisapapeles muy pesado. Por ello, seguirá jugando a videojuegos en equipos más modernos que, además, le permitirán la posibilidad de disfrutar de su hobby de una manera más ambiciosa.
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