Un individuo ha implementado micropagos en el Doom original y te obliga a pagar por cada bala. No es una estrategia para obtener dinero, sino una crítica a la industria.
Recientemente, se ha generado controversia en la comunidad de videojuegos debido a la noticia de que un individuo ha introducido micropagos en el icónico juego Doom. Este peculiar giro implica que los jugadores deben desembolsar dinero por cada munición utilizada durante su partida. Sin embargo, sorprendentemente, esta medida no busca lucrar económicamente, sino más bien constituir una crítica contundente a las prácticas comerciales de la industria del entretenimiento digital. Este acto singular no solo desafía las convenciones establecidas, sino que también invita a reflexionar sobre el impacto de las estrategias de monetización en la experiencia de juego. ¿Será este un llamado de atención necesario para replantear la relación entre los desarrolladores y los jugadores?
Desarrollador inserta micropagos en el clásico DOOM y te obliga a pagar por cada bala
El meme de DOOM funciona en cualquier cosa que tenga pantalla es algo que hemos replicado hasta la saciedad. Lo hemos visto funcionar en 120 teclados gamer a modo de pantalla gigante y en un cortacésped, pero ahora hay quien ha querido llevar DOOM un paso más allá, no haciéndolo jugable en algo extraño, sino incluyendo las peores y más diabólicas microtransacciones posibles en el juego.
Crítica a la industria: Mod de DOOM original implementa microtransacciones diabólicas
Si habéis jugado a DOOM, ya sean los originales o la nueva versión de id Software que dio comienzo en 2016, sabréis que disparáis mucho, muchísimo. Hablamos de una saga shooter donde las balas no escasean, y ahí es donde ha encontrado el desarrollador Guy Dupont la posibilidad de crear el peor mod del DOOM original de 1993.
Según citan los compañeros de VidaExtra, quienes comparten un video del propio desarrollador, cuando inicias una partida tienes que reabastecerte con munición y granadas para hacer frente a los demonios, y aquí la sorpresa: al recoger objetos en el juego, aparece un código QR en pantalla. Para continuar jugando, deberemos escanear este código con nuestros móviles, acceder a una página web y realizar un pago adicional por cada uno de los ítems que necesitemos.
Esta trampa ingeniosa convierte la necesidad de recolectar recursos en una oportunidad para extraer dinero de los jugadores. Eso sí, no hablamos de algo que busque hacerlo con todo el descaro del mundo sino que, en realidad, se ha desarrollado como una crítica al sistema actual de las grandes compañías.
Lo más curioso es que el usuario mencionó, con cierta burla, que es amable con el jugador ya que una vez hagamos el pago se dará acceso inmediato al juego. Siempre pensando en nuestra felicidad, algo que le valió el premio I made a Stupid Thing en la competición estadounidense.
Deja una respuesta