En un caso que causa estupefacción, un cliente ingenuo ha perdido una pequeña fortuna al comprar 4 tarjetas gráficas que, después de abrir el paquete, resultaron estar completamente rotas. La inversión total ascendió a 700 euros, una cifra significativa para cualquier persona. La pregunta que surge de inmediato es: ¿cómo es posible que algo así suceda? La respuesta es contundente: un mal embalaje por parte del vendedor, que ha llevado al comprador a una situación embarazosa. En las próximas líneas, exploraremos los detalles de este caso y analizaremos las consecuencias de esta experiencia desafortunada.
La tragedia del comprador: €700 invertidos en tarjetas gráficas, todas rotas
Una compra que se convirtió en una pesadilla
Comprar una tarjeta gráfica es, para muchos jugadores, un acontecimiento que marcan en rojo en su calendario. Sin embargo, algunos no tienen tanta suerte y dedican parte de sus ahorros a mejorar su PC Gaming. Pero, por desgracia, algunos se tienen que topar con una situación de lo más delicada que nadie quiere vivir en sus carnes: recibir una tarjeta gráfica defectuosa.
La historia de un usuario desafortunado
Eso, en esencia, fue lo que le sucedió al protagonista de la historia de hoy. En septiembre, decidió comprar una RTX 3080 a ASUS, una de las firmas que trabaja con NVIDIA y, por ende, vende tarjetas gráficas de la compañía. ¿El problema? Como él mismo señala, ni siquiera gastar más de €700 le garantizó recibir una unidad que estuviera en buenas condiciones.
Recibió 3 reemplazos que estaban en un estado pésimo
En sus primeros días con la tarjeta gráfica, comprobó que esta, por desgracia, se apagaba sin motivo. Por ello, decidió contactar con el servicio de atención al cliente de ASUS y estos, tras recogerla, determinaron que no había ningún problema. Sin embargo, la situación persistió y, tal y como indica el protagonista de la historia, al recibir la tarjeta gráfica de vuelta observó que habían aparecido dos rayones en la placa trasera. Por ese motivo, decidió aplicar la garantía y solicitar una devolución.
La sorprendente respuesta de ASUS
Sin embargo, ASUS le ofreció una alternativa. Tras determinar que su tarjeta gráfica no era funcional, la compañía le ofreció enviar una unidad nueva en su lugar. Y aquí, sorprendentemente, empezó la particular historia del usuario. Como indica, no solo le llegó una GPU, sino que en su lugar recibió tres RTX 3080. ¿El problema? Por desgracia, ninguna de ellas funcionaba, ya que llegaron con daños evidentes en las cubiertas del ventilador, las placas traseras y los protectores doblados.
Un resultado decepcionante
Y así, después de gastar más de €700 en cuatro tarjetas gráficas, tuvo que tirar la toalla al comprobar que ninguna funcionaba. Una experiencia que no olvidará pronto y que esperamos que sirva de advertencia para otros compradores.
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