La reciente noticia sobre los empleados de Twitter que desoyeron los consejos de Elon Musk y, de manera inesperada, lograron ahorrar 150 millones de euros ha generado gran controversia. A pesar de este logro financiero, el desenlace fue inesperado: como premio, acabaron sin trabajo. Este sorprendente giro de los acontecimientos ha puesto en evidencia la complejidad y los riesgos que pueden surgir en el ámbito laboral, incluso cuando se obtienen resultados positivos. La historia de estos empleados de Twitter nos invita a reflexionar sobre la importancia de la comunicación, la toma de decisiones y la responsabilidad en el entorno laboral. Sin duda, este caso servirá como referencia en futuras discusiones sobre la gestión de riesgos y el valor de la prudencia en el mundo empresarial.
Empleados de Twitter salvan a Elon Musk de una multa millonaria
Hace unos meses se cumplió un año desde que Elon Musk certificó la adquisición de Twitter. En sus primeras semanas, la mayoría de las acciones del multimillonario se centraron en reducir la plantilla de la plataforma, ahorrar costes y garantizar una libertad de expresión que, a la postre, llevó a Musk a tener enfrentamientos contra Disney.
Una de las primeras medidas que Musk quiso imponer en su llegada a la red social fue brindar acceso a terceros a documentos y sistemas internos de Twitter. Por ello, ordenó a sus empleados que compartieran las claves con periodistas y miembros externos a la plantilla, pero estos se negaron al poner en riesgo no solo la privacidad de los usuarios, sino un acuerdo en vigor desde 2011 entre la Comisión Federal de Comercio (FTC) y Twitter.
Como recoge la resolución de la FTC, una investigación decretó que Twitter no había incumplido el acuerdo gracias a la actuación de estos empleados. De esta forma, evitaron que se expusiera de forma pública la información privada de los usuarios de la plataforma. En caso de haber seguido los deseos de Musk, la red social habría violado una normativa que le habría conllevado una multa de 150 millones de euros.
Irónicamente, lo más probable es que los empleados que le ahorraron la multa a Musk ya no forman parte de la plantilla de la red social. En sus primeras semanas al frente de la plataforma, el antiguo CEO (puesto que ahora ocupa Linda Yaccarino) se aseguró de prescindir de todos aquellos que no seguían sus órdenes.
En definitiva, gracias a la negativa de los empleados de Twitter, Elon Musk se vio exento de una cuantiosa sanción económica y se evitó un escándalo de dimensiones considerables en la red social.
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