Hideo Kojima se confunde y hace un extraño gesto con las manos, sin saber que ha sido engañado para apoyar a la mayor mafia brasilera
El mundo del entretenimiento se encuentra conmocionado tras una impactante revelación que involucra al legendario diseñador de videojuegos, Hideo Kojima. En un incidente embarazoso, el creador de la saga Metal Gear Solid se dejó llevar por una broma pesada y, sin darse cuenta, realizó un gesto extraño con las manos que, según se ha descubierto, es un símbolo de apoyo a la mayor mafia brasilera. La noticia ha generado un gran revuelo en las redes sociales, donde los fanáticos de Kojima no pueden creer que su ídolo haya caído en una trampa tan burda.
La sorprendente anécdota de Hideo Kojima y el Comando Vermelho
Corría el año 2017 y el aclamado diseñador de videojuegos, Hideo Kojima, se encontraba en Brasil para recibir el premio a toda una vida de éxitos durante el Brasil Game Show. En medio de una atmósfera de celebración y entusiasmo, Kojima se dejó llevar por el buen rollo y aceptó una curiosa petición de un fanático.
El fanático le pidió a Kojima que dibujara algo en sus manos, y sin pensarlo dos veces, el creador de Metal Gear Solid dibujó una C y una V sin saber el significado detrás de esas letras. Sin embargo, lo que parecía una inocente broma escondía un significado intrínsecamente oscuro.
El Comando Vermelho: una historia de violencia y crimen
En la década de los 70, durante la dictadura militar brasileña, la cárcel de máxima seguridad de Río de Janeiro unió a los peores criminales del país junto a políticos de izquierda y guerrilleros encarcelados por la represión. Sin embargo, frente a un enemigo común, el miedo a la violencia dentro de la cárcel y la brutalidad policial, ambos grupos se apoyaron mutuamente.
Con el tiempo, los ideales de izquierda terminaron permeando entre los criminales en busca de una justicia social que el pueblo anhelaba. A esta unión se le dio el nombre de Comando Vermelho, una red de soporte que buscaba una colaboración mutua para proteger aquellos intereses que se habían vuelto comunes.
Lamentablemente, con la segregación de los criminales a otras prisiones, aquella cultura política fue desvaneciéndose mientras el tráfico de drogas se apoderaba de la influencia de la red. Con la llegada de la democracia a Brasil, aquellos guerrilleros de izquierda volvieron a la vida pública, pero el Comando Vermelho ya no era un grupo político, sino una inmensa banda que se había apoderado de las favelas, convirtiéndose en el culpable del 70% del tráfico de drogas que se movía en Río de Janeiro.
La publicación de Kojima con las siglas del Comando Vermelho provocó un gran revuelo, pero afortunadamente las redes sociales brasileñas se volcaron en lo que siempre suelen hacer en situaciones peliagudas: tirar de humor y parodia.
Códigos de Fibonacci, bocadillos y bebidas puestos sobre sus manos, y una ingente colección de memes consiguieron convertir lo que bien podría haber sido una ofensa en una surrealista broma a celebrar.
Gracias a la rapidez y la creatividad de las redes sociales, el error de Kojima se convirtió en una anécdota divertida y memorable, en lugar de un cisma sobre la figura del diseñador de videojuegos.
Nota del editor: La industria del cine ha descubierto por qué la gente no va a las salas. La solución estaba en una ley del siglo XVIII.
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