La revolución del tren flotante por levitación magnética ha alcanzado un hito histórico al lograr la posibilidad de utilizar las vías convencionales. Este avance tecnológico supone un paso gigantesco en el desarrollo de sistemas de transporte más eficientes y sostenibles. La combinación de la innovadora tecnología de levitación magnética con la infraestructura ferroviaria existente promete transformar por completo el sector del transporte terrestre. Ahora, los trenes flotantes podrán circular por las mismas vías que los trenes convencionales, lo que facilitará su integración en las redes de transporte ya establecidas. Sin duda, este logro representa un gran impulso para la implementación a gran escala de esta revolucionaria forma de desplazamiento, abriendo nuevas posibilidades en la movilidad urbana y de larga distancia.
El tren de levitación magnética revoluciona Europa al adaptarse a vías convencionales
Pese a que el invento tiene más de 100 años a sus espaldas, el tren flotante de levitación magnética nunca ha conseguido convertirse en el éxito que debería. Es rápido, funciona con energía limpia y no hace tanto ruido como los trenes convencionales, pero hasta ahora había un gran problema para que saliese adelante: era terriblemente caro.
La empresa IronLev logra abaratar costos y hacer viable el tren maglev en Europa
Ahora IronLev, una empresa italiana, parece haber encontrado la forma de abaratar sus costes de forma espectacular. Ha cambiado los 30 millones de dólares por milla (41 millones de euros por kilómetro) que costaba crear las vías de un Maglev, por un total de 0 euros por kilómetro. ¿El secreto? Utilizar las vías convencionales de toda la vida.
En Europa hay más de 360.000 kilómetros de vías ferroviarias que, con esta tecnología, podrían convertirse en vías de tren maglev (así es como se le conoce) sin necesidad de realizar ninguna modificación previa. Valiéndose de la electricidad para flotar sobre las vías sobre un cojín de aire que minimiza tanto la resistencia como el ruido del mismo, la prueba de IronLev ha conseguido mover el prototipo sobre vías sin modificación con una velocidad de hasta 70 kilómetros por hora.
Se desconoce si el día de mañana puede ir más allá sin cambios adicionales (con vías adaptadas los trenes de levitación magnética pueden llegar hasta los 500 kilómetros por hora), pero más allá de la comparación con los 300 kilómetros por hora del AVE o trenes similares de alta velocidad, en realidad tampoco queda tan lejos de otros trenes tradicionales y trayectos como el Vigo-Bilbao que no supera los 73 kilómetros por hora.
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