La historia de Apolonio de Tiana nos transporta a un pasado enigmático donde un hombre, si bien no llevaba el nombre de Jesús, compartía con él sorprendentes similitudes. Este personaje, reconocido por su habilidad para sanar enfermos, su estilo de vida vegano y un misterioso episodio de resurrección tras ser condenado por las autoridades romanas, ha despertado la curiosidad de estudiosos y creyentes por igual. A través de los siglos, la figura de Apolonio ha intrigado a muchos, planteando interrogantes sobre su verdadera identidad y el legado que dejó en la historia de la humanidad.
Apolonio de Tiana: el filósofo que desafía la narrativa sobre Jesús de Nazaret
Si te hablo de un hombre con barba que vestía con túnicas de lino, promovía el amor al prójimo y el celibato, luchaba contra el sacrificio de animales en los templos, sanaba a los heridos, y fue perseguido por los romanos hasta ser condenado y ejecutado para después resucitar y ascender al cielo, lo más probable es que la primera persona que te venga la cabeza sea Jesús de Nazaret. Pero yo, en realidad, te estoy hablando del filósofo Apolonio de Tiana.
La historia de Apolonio de Tiana: un personaje que cuestiona mitos religiosos
Este personaje histórico también vivió durante el siglo I de nuestra era y, frente a la poca documentación fiable de la época a nivel científico e histórico, lo cierto es que hay ciertas dudas sobre quién inspiró a quién y, de rebote, qué narrativa se nutrió de la otra para dar forma al relato.
Con los escritos del filósofo Filostrato de Atenas como gran obra dedicada a Apolonio de Tiana, lo que sabemos sobre él es que poseía una gran belleza e inteligencia, pero que desde joven abandonó cualquier atisbo de opulencia para adoptar la doctrina pitagórica, renunciando a la carne, al vino, y vistiendo sólo lino. Dedicó su vida a viajar, aprender, a la enseñanza religiosas que consideraba ideales para la convivencia en la Tierra, y a la reforma de aquellas ideas que consideraba caducas.
Por si alguien tiene alguna duda, la base histórica marca que sí, ambos existieron. Los dos fueron predicadores que despertaron algo más que admiración entre sus seguidores y que, como consecuencia, con el paso de los años se crearon relatos en los que se les atribuía propiedades místicas como sanar enfermos, exorcizar demonios o resucitar muertos, en una época en la que los milagros estaban a la orden del día.
Ante la pregunta de por qué en el caso de Jesús nació una religión, y sobre Apolonio tal vez no habíamos escuchado nunca nada sobre él hasta leer estas líneas, la diferencia según recogía el libro The Christ es que en el caso de Jesús, como en el de otras figuras relacionadas con la divinidad y obrar milagros de distintas creencias, se dieron las condiciones óptimas para que se diese forma a una religión en torno a su figura. En el caso de Apolonio en cambio, pese a contar con discípulos y seguidores, no gozó de la misma popularidad para que su religión fuese a más.
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