El secreto revelado de las tiendas automatizadas de Amazon: recientemente ha salido a la luz que más de 1.000 personas desde la India estaban encargadas de vigilar y mirar vídeos provenientes de las tiendas automatizadas de la reconocida empresa. Esta revelación ha generado sorpresa y controversia en torno a la automatización de este tipo de establecimientos, los cuales se caracterizan por su funcionamiento sin la necesidad de personal humano. La presencia de un equipo de vigilancia humana plantea interrogantes sobre la verdadera autonomía de dichas tiendas y el nivel de privacidad de los clientes. Este descubrimiento pone en entredicho la percepción de estos establecimientos como espacios completamente automatizados y destaca la importancia de la transparencia en la implementación de tecnologías de este tipo.
El fracaso oculto de las tiendas automatizadas de Amazon en la India
Seguro que recuerdas aquellas tiendas de Amazon sin cajeros automáticos en las que lo único que debías hacer era coger lo que necesitabas, meterlo en una bolsa y salir de allí sin necesidad de entablar conversación con nadie o detenerte en una cola a pagar. La compra ideal para muchos de los que odiamos ir a comprar, todo sea dicho. Su tecnología se llamaba Just Walk Out y, a priori, la idea era que se autogestionasen a base de cámaras y sensores para controlar cuánto debían cobrarnos por todo lo que nos llevábamos. El invento prometía mayores ventas, mejor eficiencia laboral, fidelización de consumidores y un plus de seguridad.
La realidad ha resultado ser muy distinta. Tal y como recoge The Information, Amazon está cerrando gradualmente sus tiendas de comestibles sin cajas de pago que hacían uso de esta tecnología por no resultar rentables. Y es que lejos de estar automatizadas, en realidad contaban con un equipo de más de 1.000 personas en la India que se encargaban de vigilar las tiendas y revisar vídeos para cobrar en consonancia.
El verdadero secreto detrás de las tiendas sin cajeros de Amazon
La razón por la que muchos consumidores tardaban horas en recibir los tickets de sus compras no tenían nada que ver con una saturación del sistema informático que lo gestionaba, sino con la necesidad de que esos cajeros situados al otro lado del mundo siguiendo sus pasos asignase los productos adecuados a cada comprador para evitar posibles errores.
Tanto la colección de sensores y cámaras como el personal adicional que requería el sistema para funcionar han resultado ser demasiado caros para continuar la expansión de Amazon en el mercado de las tiendas de comestibles, así que aunque algunas tiendas mantendrán este sistema para intentar mejorarlo y alcanzar ese automatismo prometido, otras optarán por opciones más convencionales.
Entre las planeadas están las cajas de auto-pago para aquellos clientes que quieran comprar allí sin ser usuarios de Amazon y, como gran novedad, unos nuevos carros de la compra llamados Amazon Dash Cart que contarán con escáneres para analizar lo que introducimos en ellos y servirán también como plataforma de pago.
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