Los científicos de Sudáfrica encontraron la clave para frenar la caza furtiva de rinocerontes
El valor del cuerno de rinoceronte en el mercado negro es astronómico, con un precio de 60.000 dólares por kilo. Esto ha llevado a una caza furtiva desenfrenada en varias zonas de África, poniendo en grave peligro la supervivencia de estos animales. Sin embargo, un grupo de científicos de Sudáfrica ha dado con una solución innovadora para frenar no solo la caza, sino también la exportación y consumo de estos cuernos.
La radioactividad como arma contra la caza furtiva
En el marco del Proyecto Rhisotope, los científicos han inyectado material radioactivo en los cuernos de 20 rinocerontes. Esta intervención es completamente segura para los animales y no les supone ningún peligro. La dosis de radioisótopos introducida permanecerá en los animales durante unos cinco años.
La clave de esta estrategia radica en que, al intentar exportar los cuernos a zonas de Asia, donde se utilizan como remedios naturales de cuestionable valor médico, la dosis de radiación hará saltar las alarmas de cualquier aeropuerto o puesto fronterizo por el que pase. Esto hará que el contrabando de estos cuernos sea mucho más complejo.
Un arma doble contra la caza furtiva
Además, todos los productos derivados de ese mismo cuerno pasarán a ser venenosos para el consumo humano. Incluso en el hipotético caso de que el cuerno llegue a su destino, su venta al público no tardará en convertirse en un grave problema de salud pública.
Esta idea innovadora se plantea trasladar a otros animales que sufren la misma epidemia de caza, como los elefantes y los pangolines. La radioactividad se ha convertido en la mejor arma de Sudáfrica para luchar contra la caza furtiva.
Es importante destacar que esta medida no solo protege a los rinocerontes, sino que también salva vidas humanas, evitando la venta de productos derivados de estos cuernos que pueden ser perjudiciales para la salud.
Un futuro más seguro para los rinocerontes
La iniciativa del Proyecto Rhisotope es un ejemplo de cómo la ciencia y la innovación pueden ser utilizadas para proteger la vida silvestre y prevenir la caza furtiva. Esperamos que esta medida sea un paso importante hacia un futuro más seguro para los rinocerontes y otros animales que enfrentan la misma amenaza.
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