Un estudio ha desmontado el mito de los sacrificios mayas de vírgenes heredado de la ciencia ficción, pero la realidad ha resultado ser mucho peor
La imagen de vírgenes mayas siendo sacrificadas en rituales cruentos ha sido una imagen icónica en la cultura popular, perpetuada en gran medida por la ciencia ficción y el cine. Sin embargo, un nuevo estudio ha revelado que esta creencia es solo un mito sin fundamento histórico. Lo que es más alarmante es que la realidad detrás de los sacrificios mayas es mucho más oscura y compleja de lo que se creía. Los investigadores han descubierto que las víctimas de los sacrificios mayas no eran necesariamente vírgenes, y que el propósito de estos rituales era muy diferente de lo que se había especulado.
La verdad detrás de los sacrificios mayas: vírgenes no, niños y gemelos idénticos sí
La brutalidad de los sacrificios de los antiguos mayas ha permeado en nuestra sociedad, principalmente a través de la cultura popular y del relato exagerado que libros, películas y videojuegos suelen trasladar de aquellos pueblos mexicanos. Sin embargo, una investigación en la antigua ciudad de Chichén Itzá ha dado la vuelta a esas creencias. Y no precisamente para bien.
La ciudad, famosa por sus sacrificios y por haberse encontrado cuevas y pozos plagados de huesos en sus inmediaciones, se convirtió en objeto de estudio con la intención de descubrir hasta dónde llegaba la realidad detrás de todos esos mitos.
El descubrimiento
Tras analizar el ADN de los restos de 64 individuos depositados en una cámara subterránea, los investigadores han descubierto que no eran vírgenes, sino niños de entre tres y seis años, y entre algunos de ellos había relación familiar de primer o segundo grado. De hecho, incluso se encontraron dos pares de gemelos idénticos que, junto a otras pruebas, parecen haber aportado pistas sobre el origen de estos sacrificios.
La idea de los sacrificios de vírgenes que tan interiorizada tiene no solo la ciencia ficción, sino también la arqueología tradicional, se ha mostrado como un mito. Los restos analizados reflejan otra vía, mucho más oscura y brutal.
Los sacrificios mayas, una realidad más oscura
Pese a que había ofrendas en favor de deidades, y que hay pruebas de guerreros decapitados o con el corazón arrancado tras cruentas peleas entre clanes rivales, los restos analizados reflejan otra vía. Los niños fueron criados con el objetivo de ser sacrificados, lo que para ciertos elegidos dentro de su cultura suponía uno de los más altos honores a los que uno podía aspirar.
En concreto, el uso de los gemelos apunta a la hipótesis de que fueran sacrificados en honor a los Gemelos Guerreros y la historia de los Hunabu, unos gemelos que fueron sacrificados por los dioses tras ser derrotados en un partido de tlachtli, el juego de pelota ritual mesoamericano.
La verdad detrás de los sacrificios mayas es mucho más brutal de lo que se había imaginado. La realidad es que no eran vírgenes, sino niños inocentes que fueron criados para ser sacrificados en honor a los dioses.
Este descubrimiento abre la puerta a otros tipos de sacrificios que no están extendidos entre las historias que solemos escuchar de los mayas. La verdad es que la realidad detrás de los sacrificios mayas es mucho más oscura y brutal de lo que se había imaginado.
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