Hace 8 años, la comunidad gamer se quedó con la boca abierta cuando Blizzard Entertainment, la legendaria desarrolladora detrás de sagas como Diablo, Warcraft y StarCraft, canceló uno de sus proyectos más esperados. Se trataba de un juego que prometía revolucionar la forma en que se vivía la acción y la aventura en el mundo de los videojuegos. Según fuentes cercanas al proyecto, este título, conocido como Project Titan, estaba inspirado en los clásicos Batman Arkham y pretendía llevar el combate a un nivel nunca antes visto en la serie Diablo. ¿Qué hubiera sido de este juego si hubiera llegado a la luz? ¿Cuáles eran sus características más interesantes? En las siguientes líneas, te contamos la historia de un proyecto que podría haber sido un hit y que, sin embargo, se quedó en el tintero.
Un Diablo con un toque de Batman: el juego cancelado que Blizzard no lanzó hace años
Los juegos cancelados siempre resultan interesantes de mencionar, ya que nos permiten echar un vistazo a las entrañas de la industria y explorar el ¿qué habría pasado si. que tanto nos intriga. En este caso, se trata de Blizzard, la icónica desarrolladora estadounidense, que tuvo en sus manos la posibilidad de expandir la saga Diablo con un roguelike inspirado en el sistema de combate de Batman: Arkham.
Sin embargo, como podéis imaginar, dado que iba a salir antes que Diablo 4, el proyecto fue cancelado.
Un Diablo de acción que habría llegado antes que Diablo IV
Esta curiosidad surgió a partir de un extracto del libro Play Nice: The Rise, Fall, and Future of Blizzard Entertainment, escrito por el periodista Jason Schreier. En él, se narra la historia de un juego que podría haber sido muy diferente al título que los fans conocen hoy. Aunque Diablo 4 ha tenido un exitoso lanzamiento, Blizzard consideró un cambio radical en la franquicia con este roguelike que habría precedido a Diablo 4.
No obstante, esto no significa que el último RPG nunca hubiera salido.
El proyecto Hades
Este proyecto, que llevaba el nombre en clave Hades, comenzó a desarrollarse después del lanzamiento de la expansión Reaper of Souls de Diablo 3, es decir, en 2014. La idea era actualizar la saga con una vista de cámara en tercera persona, cercana al hombro, similar a la de los juegos de Batman: Arkham, y con un combate descrito como contundente, al igual que el sistema de combos cuerpo a cuerpo de los títulos de Rocksteady.
Además, se contemplaba la implementación de un sistema de muerte permanente, característico de los roguelikes, lo que añadía un enfoque innovador a la saga.
Problemas y críticas internas
Sin embargo, el desarrollo del juego enfrentó varios problemas y críticas internas. Uno de los aspectos más polémicos fue la integración de un modo cooperativo, algo inherente a la saga Diablo, ya que algunos movimientos se ejecutaban a cámara lenta para enfatizar el combate cuerpo a cuerpo, lo que suponía un obstáculo importante para la jugabilidad en equipo.
El proyecto finalmente se abandonó en gran parte debido a la salida de Josh Mosqueira, director del juego, quien dejó de asistir a la oficina. Esto provocó que la idea fuera completamente descartada en julio de 2016.
Estos cambios y desafíos llevaron a Blizzard a optar por un enfoque más conservador, lo que resultó en los lanzamientos de Diablo 4 y Diablo Immortal, siendo este último objeto de críticas masivas.
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