Desde hace siglos, la isla de Tenerife ha sido objeto de fascinación y misterio. Esta isla misteriosa ha sido testigo de fenómenos inexplicables, como su aparición y desaparición en el mapa, un enigma que ha desafiado a la ciencia y ha generado un halo de intriga en torno a su existencia. Ahora, gracias al innovador juego Guayota, los jugadores tendrán la oportunidad de sumergirse en este misterio sin resolver y descubrir los secretos que esconde esta enigmática isla. ¿Qué hay detrás de estos fenómenos inexplicables? ¿Cuáles son los secretos que esconde Tenerife? El juego Guayota se convierte en el escenario perfecto para descubrir la verdad detrás de este enigma que desafía a la ciencia.
La isla misteriosa que desafía a la ciencia: San Borondón, el secreto mejor guardado de las Islas Canarias
A 90 kilómetros de Lanzarote, elevándose desde más de 2.400 metros de profundidad, se encuentra la isla de San Borondón. Según los guanches, la tribu originaria de las Islas Canarias, la isla es lo más cercano que ha tenido la humanidad al paraíso en la Tierra, pero pese a que hay múltiples historias sobre ella y la ciencia ha demostrado su existencia, quienes intenten acercarse hasta allí nunca podrán conseguirlo porque la isla aparece y desaparece.
Tras años alimentando historias y folklore, ahora el videojuego Guayota aprovechará la isla de San Borondón como escenario para dar forma a su particular mezcla de aventura y puzles, valiéndose no solo de los mitos que rodean a la isla sino también del resto de leyendas que aglutina la rica mitología canaria. Pero frente a diablos escondidos en el Teide y luchas entre dioses, lo cierto es que la isla de San Borondón no es ningún mito. No solo existió, la ciencia ha demostrado que aún sigue ahí.
La misteriosa isla canaria de San Borondón
Llamada así por el monje irlandés que acudió a ella buscando el paraíso, la leyenda cuenta que el devoto marinero recorría los mares en busca de la mágica isla y que, tras las historias de los guanches que hablaban de una isla que aparecía y desaparecía en el horizonte, acudió en su búsqueda. Tras encontrarla, posado finalmente sobre un terreno inmenso, la isla se hundió en el mar evidenciando que, en realidad, se trataba de una ballena gigante.
Desde entonces, el mito de San Borondón se ha convertido en una historia recurrente de las Islas Canarias. Una que, de la mano de fotografías en diarios y adaptaciones como la de Guayota, siguió creciendo con el paso de los años hasta que la ciencia quiso poner fin a las habladurías e intentar demostrar qué había de cierto detrás de todos esos documentos que, de una forma u otra, certificaban que allí había una isla. Y sí, San Borondón existe.
La ciencia ha demostrado que, a 90 kilómetros de Lanzarote y elevándose desde más de 2.400 metros de profundidad, se encuentra una gran meseta que, aunque actualmente se encuentra sumergida a unos 158 metros de la superficie, en cierto punto estuvo por encima del nivel del mar tal y como han demostrado los fósiles encontrados en ella. El nombre que se le da más allá de las leyendas es La Concepción. Sin embargo, el misterio no acaba ahí.
Pese a los documentos, las historias y fotografías como las del diario ABC en 1958 y eldiario en 2023, en realidad la isla de San Borondón alcanzó la superficie durante las dos últimas glaciaciones hace 22.000 y 390.000 años, así que la idea de ver al homo sapiens documentando su existencia para generaciones futuras parece poco probable. El cómo la realidad ha conseguido mezclarse con el mito sigue siendo, al menos por ahora, un completo misterio.
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