Tendrías que oler el mar? ¡Así no es! Descubre el secreto que hace que creas que hueles el mar y no es lo que creías

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Tendrías que oler el mar? ¡Así no es! Descubre el secreto que hace que creas que hueles el mar y no es lo que creías

¿Te has preguntado alguna vez por qué cuando estás cerca del mar, sientes ese inefable aroma que te transporta a un estado de relajación y tranquilidad? ¿Te has detenido a pensar que, en realidad, no es el mar el que huele? ¡Sorpresa! La respuesta no es tan sencilla como parece. En este artículo, te revelamos el secreto detrás de ese olor que te hace creer que el mar es el responsable de esa sensación tan agradable. Prepárate para descubrir la verdad detrás de este misterio sensorial que ha intrigado a personas de todo el mundo durante siglos.

Descubre el secreto detrás del olor del mar: no es lo que creías

El agradable y reconocible olor del mar es uno de nuestros olores favoritos de la naturaleza. Sin embargo, la respuesta a la pregunta de por qué huele el mar puede sorprenderte.

Contrariamente a lo que se cree, el agua salada no tiene ningún olor. Es algo que recordamos de nuestras clases de colegio, donde se nos enseñó que el agua es incolora, insípida e inodora. Sin embargo, un estudio realizado hace casi una década reveló que el olor a mar que la humanidad se ha acostumbrado no solo procede de la descomposición de ciertas algas y plancton, sino también de las feromonas que producen al reproducirse.

El secreto del olor a mar

El secreto del olor a mar

La clave de todo está en un compuesto de azufre llamado dimetil sulfuro (DMS), cuyo origen se ató a la enzima Alma1, una señal biológica para otros organismos marinos que sirve para alertar de la presencia de alimento, infecciones virales o ese ciclo reproductivo.

Este aroma es aún más presente cuando la marea baja y el olor se potencia de la mano del ectocarpeno, las feromonas sexuales que producen las algas para atraer las enzimas que producirán su reproducción.

Lo más llamativo del dimetil sulfuro es que, además, juega un papel crucial en el ciclo del azufre que resulta esencial no solo para la estabilidad de los océanos, sino también para la formación de las nubes.

El resultado de ese olor mantiene también el ciclo de la vida, convirtiéndose en un reclamo para peces y aves en busca de comida. Así que cuando olemos el mar, en realidad es la naturaleza alertándonos de que ahí hay algo que llevarnos a la boca.

Rafael Ruiz

Hola, soy Rafael, redactor de la página web Legión Gamer. Apasionado de los videojuegos y el gaming en todas sus plataformas, desde PC hasta móvil. Me encanta explorar los últimos lanzamientos de PS5, PS4, Xbox y Switch para ofrecer a nuestros lectores las mejores reseñas y análisis. En Legión Gamer, me dedico a mantener a nuestra audiencia informada sobre las últimas noticias del mundo de los videojuegos y compartir mi pasión por esta industria en cada artículo que escribo. ¡Únete a nuestra comunidad gamer!

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