La polémica sigue creciendo: Disney vuelve a repetir el mismo error con su próxima adaptación de Blancanieves al estilo live-action

La polémica sigue creciendo: Disney vuelve a repetir el mismo error con su próxima adaptación de Blancanieves al estilo live-action

La polémica en torno a las adaptaciones de clásicos de Disney al estilo live-action no cesa de crecer. Después de los controversiales resultados de Aladdín y El Rey León, la empresa de entretenimiento vuelve a repetir el mismo error con su próxima producción: una nueva versión de la icónica Blancanieves. A pesar de las críticas y quejas de los fans, Disney parece no haber aprendido de sus errores pasados y se dirige hacia una adaptación problemática que ya genera inquietud entre los seguidores de la saga. ¿Qué es lo que ha salido mal esta vez? ¿Cuáles son los motivos detrás de esta decisión cuestionable? En las próximas líneas, analizaremos los detalles de esta polémica adaptación y exploraremos las razones detrás de la controversia que rodea a esta producción.

La Magia se Desvanece: Disney Critica por Sustituir a los Actores por CGI en Blancanieves y los Enanitos

Somos muchos los que nos preguntamos el motivo por el que Disney sigue lanzando live-actions de sus películas clásicas, aunque el motivo económico esté claro. Lo que comenzó siendo un éxito con Alicia en el País de las Maravillas o Maléfica se ha tornado en un compendio de cintas sin personalidad que no dejan de disgustar a los fans.

No me refiero a las múltiples polémicas en torno a la elección de actrices o actores o los cambios con respecto a sus versiones animadas. En una sociedad polarizada, siempre habrá quienes estén a disgusto con estas alternativas. Hablo de un fallo que Disney no deja de cometer y que con Blancanieves parece haberle explotado en la cara.

El Problema del Live-Action de Blancanieves

Desde que Blancanieves estrenara su primer tráiler en el D23 de Disney, son muchas las voces que se han levantado para criticar esta cinta protagonizada por Rachel Zegler y Gal Gadot. Entre todas estas críticas, hay una que ha destacado por encima de los debates sobre la supuesta diferencia de belleza de sus actrices (recordemos que esto ya ocurrió con Kristen Stewart y Charlize Theron en La leyenda del cazador): la apariencia de los 7 enanitos.

En las películas de Disney, los personajes secundarios muchas veces son igual de importantes que los protagonistas, así como sus villanos. En una película que se llama Blancanieves y los 7 enanitos, el protagonismo de este grupo es indiscutible. Por ello, al tratarse de una versión live-action, los espectadores esperaban verlos en carne y hueso. La polémica saltaba cuando en el adelanto se veía que estos personajes habían sido recreados por CGI.

Blancanieves es una cinta de 1937 y, al igual que muchas obras anteriores de Disney, el paso de los años ha hecho que muchos conceptos se queden obsoletos. Cuando se anunció esta versión en 2022, actores como Peter Dicklange (actor de Tyrion Lannister) se pronunció en contra, manifestando que Disney se esforzaba por renovar sus ideas, pero que seguía manteniendo ciertos estereotipos que, en este caso, afectaban a las personas con acondroplasia.

La respuesta de Disney llamó a la calma, afirmando que se estaba llevando a cabo una versión renovada. ¡Pero quién podría imaginar que los actores serían sustituidos por CGI!

Ahora, son muchas las personas que se han manifestado en contra de esta acción. Uno de ellos ha sido el actor Zach Roloff, quien ha criticado en una entrevista con Piers Morgan, una figura bastante controvertida, el hecho de que se le quiten oportunidades laborales a las personas con acondroplasia. No puedo aceptar papeles de Harrinson Ford o George Clooney porque no son para mí, alegaba este.

Tal vez, el problema estuviera en el enfoque de los personajes y no en los personajes en sí. Sin embargo, esto no es un fallo que Disney haya cometido por primera vez. Recordemos que en Mulán se prescindió de Mushu, uno de los personajes más queridos, por evitar críticas de la comunidad de china en vez de darle un nuevo enfoque.

Así, el problema de los live-action no es que estos vengan con novedades mucho más adaptadas a los tiempos modernos, sino la toma de decisiones con respecto a los enfoques que se deciden dar.