La curiosa historia detrás del nacimiento del pompón: cómo un pequeño accidente originó el adorno icónico de los gorros de invierno

La curiosa historia detrás del nacimiento del pompón: cómo un pequeño accidente originó el adorno icónico de los gorros de invierno

En el mundo de la moda, hay objetos que se han convertido en iconos indiscutibles, y el pompón es uno de ellos. Sin embargo, pocos saben que detrás de este adorno tan característico de los gorros de invierno hay una curiosa historia que nos transporta a la Francia del siglo XVIII. Fue en ese lugar y en esa época cuando un pequeño accidente en una fábrica de sombreros dio origen a este elemento decorativo que hoy en día es símbolo de la moda invernal. En este artículo, descubriremos el fascinante trasfondo histórico detrás del nacimiento del pompón y cómo un error fortuito se convirtió en una tendencia que ha perdurado durante siglos.

La fascinante historia detrás del pompón: de la emperatriz a la moda

Aunque el paso de los años y la evolución de la moda haya hecho que el gorro con pompón quede relegado a ciertos segmentos de la población, como los niños, debido a su carácter divertido e infantil, hubo una época en la que este tipo de gorros estaba destinado a salvar vidas.

El origen militar del gorro con pompón

Aunque los pompones llevan acompañándonos desde que los cascos del Imperio Romano los utilizasen como una forma más de establecer un rango militar, cuenta la leyenda que a mediados del siglo XIX, cuando la emperatriz Eugenia de Francia visitó un barco de la armada francesa, el fuerte oleaje provocó que uno de los marinos sufriera un durísimo golpe en la cabeza.

Empujado por el vaivén de la embarcación mientras recorría junto a la emperatriz uno de sus angostos pasillos, el soldado se golpeó la cabeza con una viga y Eugenia le ofreció un pañuelo para que se limpiase la fea herida. El color del pañuelo y la forma en la que lo colocó, arremolinado sobre el golpe, les dio a los marinos una idea.

A partir de entonces, las boinas reglamentarias de la marina francesa empezaron a llevar un pompón rojo en la parte superior para que, en homenaje a lo ocurrido con la emperatriz, y como estrategia para evitar que volviera a suceder, el pompón sirviese para poder amortiguar los posibles golpes que los marinos pudiesen sufrir en la cabeza cuando tenían que lidiar con fuerte oleaje.

Conscientes de hasta qué punto suponía una gran ventaja a un coste irrisorio, pronto otras unidades militares copiaron la idea y, de su popularización, saltó a la moda del día a día como un elemento decorativo.

La historia del pompón es una muestra de cómo un pequeño accidente puede dar lugar a una innovación que cambie la forma en que nos protegemos y nos expresamos a través de la moda.

Así, el pompón, que hoy en día se asocia con la moda infantil y divertida, tiene un origen militar y práctico, que nos recuerda que incluso los detalles más pequeños pueden tener un gran impacto en nuestra historia.