La ciencia ficción deja atrás un legado macabro en el espacio. ¡¿Qué pasaría con esos cadáveres en el mundo real?!
En la ficción, la exploración espacial conlleva un costo humano inevitable. Las historias de ciencia ficción nos han llevado a imaginar mundos lejanos y viajes interestelares, pero también nos han presentado escenarios macabros donde los astronautas pierden la vida en el espacio. Sin embargo, ¿qué sucedería si estos cadáveres fueran reales? ¿Cómo se manejarían los restos de aquellos que han dado su vida en el espacio? La respuesta no es tan sencilla como parece. En este artículo, exploraremos las implicaciones éticas y logísticas de tener que lidiar con los restos de aquellos que han fallecido en el espacio, y qué medidas se deberían tomar para honrar su memoria y proteger la seguridad en el mundo real.
El espacio macabro: ¿Qué pasaría con los cadáveres en el vacío?
Aunque solo han ocurrido 21 muertes relacionadas con el espacio, siempre han sido causadas por explosiones provocadas por problemas en la nave y no debido a la exposición directa al espacio. Sin embargo, la ciencia sabe qué le ocurriría a tu cuerpo si te perdieras en el espacio sin la protección de un traje.
La ciencia ficción se vuelve realidad: ¿Qué le ocurre al cuerpo en el espacio?
Si nos imaginamos qué pasaría con los cadáveres que quedan suspendidos en el espacio sin la protección térmica de sus trajes, como en películas como Star Wars, series como Battlestar Galactica y videojuegos como Dead Space, esto es lo que ocurriría a esos cuerpos.
El vacío del espacio haría que todos los líquidos con acceso directo a la superficie se evaporasen. La piel, los ojos, la boca, las orejas y los pulmones se secarían de forma inmediata, y la presión generada por la sangre en las venas podría terminar haciendo que estas también explotasen.
Tras ello, el líquido restante del cuerpo que no ha encontrado una vía rápida para pasar a estado gaseoso, se congelaría debido a los menos 270 grados del frío espacial, provocando con ello un estado de momificación que preservaría el resto del cuerpo.
A partir de aquí, todo depende de la suerte que corra el cadáver en su viaje por el espacio. Si se queda en la órbita de un planeta como la Tierra, chocaría constantemente con la basura espacial y terminaría entrando en la atmósfera, achicharrándose por el camino.
Un destino que, por las fluctuaciones de temperatura que pueden moverse desde los -200 hasta los 200 grados en lugares como las cercanías de la ISS, también implica otras posibilidades. De haber calor suficiente para que las bacterias puedan vivir (sí, aguantan hasta tres años en el vacío del espacio si las condiciones son las idóneas), terminarían alimentándose del cuerpo que las ha llevado hasta allí.
Todo ello mientras la radiación espacial empieza a romper los enlaces de carbono acelerando el proceso de degradación del cuerpo. Toca hacerse a la idea si seguimos con la idea de conquistar el espacio, porque en un viaje de 7 meses hasta Marte pueden ocurrir muchas cosas.
Es importante tener en cuenta que la exploración del espacio implica riesgos y desafíos que debemos considerar. La ciencia sigue adelante y nos permite entender mejor los procesos que ocurren en el espacio, pero también nos hace reflexionar sobre la fragilidad del ser humano en este entorno hostil.
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