Investigadores del MIT crean batería minúscula, comparable a un pelo, que podría revolucionar la tecnología de robots

Investigadores del MIT crean batería minúscula, comparable a un pelo, que podría revolucionar la tecnología de robots

En un avance significativo en el campo de la microtecnología, un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha logrado crear una batería minúscula, comparable en tamaño a un pelo humano, que podría tener un impacto revolucionario en la tecnología de robots. Esta innovadora batería, diseñada para ser extremadamente pequeña y liviana, podría permitir a los robots ser más ágiles y autónomos, abriendo nuevas posibilidades para su utilización en aplicaciones médicas, de seguridad y de exploración. Con esta tecnología, los robots podrían operar durante períodos más prolongados y realizar tareas más complejas sin la necesidad de recargar energía, lo que podría revolucionar la forma en que interactuamos con estos dispositivos.

Batería miniatura, comparable a un pelo humano, podría revolucionar la tecnología de robots

Nos hemos acostumbrado a que la tecnología debe ser cada vez más pequeña, pero sin apenas darnos cuenta hemos llegado al punto en el que la ciencia se plantea, y consigue crear, robots tan pequeños como una célula capaces de suministrar medicamentos dentro del cuerpo o incluso desplazarse por diminutas tuberías de gas para poder detectar y reparar filtraciones.

Sin embargo, pese a que la idea ya es algo más que simplemente eso, también suponía un problema. ¿Cómo alimentas la energía de un robot tan pequeño? La respuesta está en una batería tan pequeña como un pelo humano.

Investigadores del MIT han presentado una revolucionaria solución que, con unas medidas de apenas 0,1 milímetros de longitud y 0,002 milímetros de grosor, una anchura similar a la de un pelo, se ha convertido en la batería más pequeña que ha creado la ciencia y la tecnología hasta la fecha. Ahora esos robots ya no necesitarán de una fuente externa para poder funcionar.

La solución que se utilizaba hasta ahora para suministrar potencia a esos diminutos robots se valía de la energía solar, alimentándolos mediante láseres capaces de atravesar estructuras para ir guiándolos como si fuesen marionetas hasta el objetivo adecuado. Sin embargo, el reto de ofrecerles energía autónoma era un reto para el que no tenían solución.

La innovadora batería se basa en una aleación de materiales que combina un electrodo de zinc conectado a otro de platino. La oxidación del zinc por culpa del oxígeno genera electrones que llegan hasta el electrodo de platino y crean una corriente de 1 voltio. Más que suficiente para servir de pila a este tipo de robots microscópicos ofreciendo energía para accesorios como un brazo robótico, un sistema de memoria y un circuito capaz de medir el tiempo.

Ahora toca seguir trabajando en ello para elevar esta revolución al siguiente nivel y ver hasta dónde son capaces de llegar. La autonomía sin límites para los robots microscópicos es un paso más cerca de la realidad gracias a esta innovadora batería.