¿Fin de la era de las contraseñas seguras? Propuesta del NIST abre el camino a un nuevo modelo de autenticación
La autenticación es un tema de gran importancia en la era digital, y una de las formas más comunes de verificar la identidad de un usuario es a través de contraseñas. Sin embargo, la seguridad de estas ha sido cuestionada en various ocasiones debido a la facilidad con la que pueden ser hackeadas o olvidadas. En este sentido, el NIST (National Institute of Standards and Technology) ha propuesto un nuevo enfoque que podría marcar el fin de la era de las contraseñas seguras. Esta innovadora propuesta busca reemplazar las contraseñas tradicionales por un sistema de autenticación más seguro y eficiente, abriendo el camino a un nuevo modelo de autenticación que revolucione la forma en que nos conectamos a los sistemas y servicios en línea.
Un nuevo modelo de autenticación en el horizonte: el NIST propone eliminar reglas de contraseñas
El uso de contraseñas es uno de los aspectos más seguros y, a la vez, controvertidos del panorama tecnológico. A raíz del auge de las redes sociales y del crecimiento de internet, muchos usuarios deben memorizar varias decenas de claves para poder acceder a las cuentas que han creado en distintas plataformas.
Por ello, compañías como Google abogan por llevar a cabo diferentes actualizaciones que reducen los pasos que tienen que dar los usuarios para iniciar sesión. Sin embargo, organizaciones como el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) buscan revertir la situación a través de diferentes propuestas.
Según el portal Ars Technica, una de las más novedosas es eliminar las reglas más confusas y perjudiciales de las contraseñas. Por ello, los usuarios podrían despedirse de los reinicios obligatorios o las preguntas de seguridad, pero parece que estos cambios no serían los únicos.
Una revolución total
La intención del NIST es eliminar la obligación de cambiar periódicamente de contraseñas, ya que esta práctica puede dar pie a contraseñas más débiles que sean más fáciles de recordar. Además, también quieren eliminar la obligatoriedad de incluir números, mayúsculas, caracteres especiales y similares, señalando que las contraseñas largas y aleatorias son más seguras y no tienen dichas restricciones.
Por ello, quiere que las claves tengan un mínimo de 8 caracteres, un número recomendado de 15 caracteres y, para aquellos más precavidos, un máximo de 64 caracteres. Además, también está a favor de aceptar caracteres ASCII imprimibles, caracteres Unicode e incluso caracteres de espacio para ampliar las opciones para crear contraseñas.
Y, en lo relativo a las preguntas de seguridad, quiere que no se tengan en cuenta, ya que suelen ser muy inseguras. Así, aunque estas reglas no son obligatorias para todas las organizaciones, sí podrían servir como un argumento de cara a eliminar reglas innecesarias y dañinas sobre las contraseñas.
No obstante, por el momento no parece que vaya a suceder algún cambio. Sin embargo, la propuesta del NIST puede ser un paso importante hacia un futuro más seguro y fácil para los usuarios.
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