La reciente noticia sobre el descubrimiento de una extraña formación en Marte por parte del rover Perseverance de la NASA ha generado gran interés en la comunidad científica. Se ha identificado lo que parece ser una seta en la superficie del Planeta Rojo, un hallazgo que plantea interrogantes sobre la posible existencia de vida pasada o presente en Marte. Los expertos de la NASA se encuentran analizando detenidamente esta estructura inusual para determinar su origen y composición, lo que podría proporcionar valiosa información sobre las condiciones climáticas y geológicas del planeta vecino. Este descubrimiento despierta la curiosidad y la emoción de la comunidad científica, abriendo nuevas posibilidades para la exploración espacial y la búsqueda de evidencias de vida fuera de la Tierra.
Descubren en Marte una seta que en realidad es una concreción geológica
Allá por 2021 el helicóptero Ingenuity de la NASA se cruzaba en Marte con unas pequeñas formaciones esféricas que se hicieron virales por las razones erróneas. Distintos medios aseguraban que los científicos habían encontrado hongos en el planeta rojo. Ahora, con la última foto del rover Perseverance, ha vuelto a ocurrir lo mismo.
Pese a que las imágenes de 2021 eran aéreas y requerían un poco más de imaginación (lo que llevó a algunos a hablar directamente de arándanos en Marte), las del Perseverance son aún más fáciles de confundir porque, tal y como os mostramos en la imagen que encabeza esta noticia, tanto el tallo delgado como la tapa superior hacen muy difícil no confundir la formación con una seta.
La explicación científica detrás de las extrañas formaciones encontradas por el rover Perseverance
Pero ni eran setas antes ni lo son ahora. Esta formación que podría confundirse con un hongo se llama concreción geológica, y consiste en una masa sólida que, formada a base de precipitaciones de minerales y agua que fluye hacia su interior, da forma a una parte de la roca que se vuelve más resistente a los efectos del exterior.
Cuando la erosión del viento va destruyendo la roca, lo único que queda es esa masa sólida que ha ido descendiendo por su interior y que ahora permanece ahí, de pie y soportada por un fino tronco, como si fuese una seta hecha de piedra. Lo que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿por qué esa formación tan específica?
La respuesta más sencilla se reduce a que es pura casualidad porque, en un lugar donde todo es roca, las posibilidades de encontrar una concreción geológica singular es más fácil. La realidad es que este tipo de formaciones también se pueden encontrar en forma de discos o pequeñas esferas y que no es un fenómeno que sólo ocurra en Marte, también las hay en la Tierra.
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