El mundo abierto de Final Fantasy VII Rebirth es increíblemente bueno y sin embargo tiene a su peor enemigo en casa, y se llama Chadley
La última entrega de la saga Final Fantasy ha cautivado a millones de jugadores con su vasto mundo abierto y gráficos impresionantes. Sin embargo, una sombra se cierne sobre esta obra maestra: Chadley. Este personaje, aparentemente inofensivo, se ha convertido en una verdadera pesadilla para los jugadores, desafiándolos con misiones imposibles y enemigos temibles. A pesar de la genialidad del juego, la presencia de Chadley ha generado controversia entre los fans, quienes lo ven como un obstáculo en su camino hacia la gloria. ¿Podrá Final Fantasy VII Rebirth superar este desafío interno y mantener su estatus como uno de los mejores juegos de la historia? ¡La respuesta está por descubrirse!
Final Fantasy VII Rebirth: maravillas en su mundo, discordia con Chadley
Final Fantasy VII Rebirth me está trayendo de cabeza. En ocasiones, me parece una forma magistral de reescribir, rehacer y ‘remakear’ un juego; pero otras me parece un atentado contra la memoria del juego original. Sus ciudades son fantásticas. Han sabido coger perfectamente el tono y la energía de las del juego original, añadiéndoles muchos más detalles, coherencia y vida.
Square-Enix ha aprovechado que ahora su juego tiene un mundo abierto para contar con él más historias. En el original, no quedaba muy claro el sistema político que regía su universo. Ahora sabemos que antes había una república con una arquitectura y una cultura muy concreta. Caminamos sobre sus ruinas, conocemos a quiénes la añoran y, también a quienes sobrevivieron a ella.
Otro detalle fantástico es la verticalidad de este mundo. Sus montañas, lagos, barcos hundidos, cavernas secretas, etc, son fantásticas, y lo son por la orografía del terreno, por su tridimensionalidad. Si nos ponemos a analizar sus misiones secundarias, hay algo que me ha gustado mucho. Hasta la tarea más anodina está empapada de lore.
El primer y gran problema es la estructura de Final Fantasy VII Rebirth. Después de disfrutar de las ciudades y las peleas contra los jefes, llega el aluvión de misiones secundarias. Y aquí es donde entra en escena Chadley, un personaje que ha causado controversia entre los jugadores.
Chadley es quien nos encarga las tareas, pero no solo hace eso, sino que evalúa lo que hemos hecho y nos premia. Por su culpa, siento que no soy yo el que decide realizar estas misiones secundarias, sino que las hago para satisfacer al idiota de mi jefe.
Las misiones de Rebirth están mal gamificadas. Si no subes de nivel en esas misiones, esos jefes tan chulos que salen al seguir la historia se hacen cuesta arriba. Además, te pierdes el lore que tienen. En Final Fantasy VII Rebirth estamos atrapados en las garras de Chadley.
Final Fantasy VII Rebirth debería liberar más al jugador, no transformar lo divertido en trabajo, desligar su sistema de niveles de las misiones y no ser tan brusco en la forma en la que separa sus diferentes partes.
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