En un sorprendente giro de los acontecimientos, la enigmática historia de la novena isla de las Canarias, conocida como la perdida San Borondón, ha cobrado vida nuevamente. Investigadores y científicos han logrado demostrar de manera contundente la existencia de esta mítica isla que ha desconcertado a generaciones enteras. A través de exhaustivos estudios y análisis, se ha confirmado que la isla de San Borondón no es solo un mito o una leyenda, sino una realidad tangible que desafía las leyes de la geografía y la percepción humana. Este descubrimiento sin precedentes abre un nuevo capítulo en la historia de las Canarias y despierta un interés renovado en los misterios que aún aguardan por ser revelados en nuestra tierra.
El misterio de la isla de San Borondón: la leyenda se convierte en realidad científica
Cuenta la leyenda que un monje irlandés llamado San Brandán (o Barandán, o incluso Borondón, siempre depende de los escritos) recorría los mares mientras buscaba el paraíso en la Tierra. En cierto punto de su viaje, el monje se topó con una isla que aparecía y desaparecía y que, para su sorpresa, resultó ser una ballena gigante. En las islas Canarias, sin embargo, la historia tiene otro final. Aquella isla no era una ballena, sino la isla de San Borondón.
La novena isla de Canarias que desaparece y reaparece, un enigma resuelto por la ciencia
Allí la leyenda no sólo cuenta que San Brandán se pasó siete largos años buscando la isla que luego recibiría su nombre, sino también que, a lo largo de los siglos, la isla de San Borondón aparece y desaparece a placer en el horizonte llamando la atención de marineros y aventureros capaces de hablarte con relativa facilidad sobre sus dimensiones y localización. Por curioso que parezca, la ciencia ha demostrado que no iban desencaminados.
En realidad se formó hace 18 millones de años, y sólo Fuerteventura es más joven que ella. Se trata de una montaña que se eleva desde más de 2.400 metros de profundidad y, aunque está apenas a 90 kilómetros de Lanzarote, sólo podrás visitarla si te sumerges a 158 metros de la superficie, donde esta gran meseta demostró antaño a la ciencia que hubo una época en la que estuvo por encima del nivel del mar.
Dos épocas, en realidad, las relativas a las dos últimas glaciaciones que provocaron que el hielo generado alrededor de los polos redujera el nivel del mar hasta dejar a la vista la superficie de la isla. De eso hace 22.000 y 390.000 años respectivamente, así que parece difícil que en tiempos del Homo sapiens y el Homo erectus hubiese alguien por allí para documentar su existencia.
Pese a ello, no son pocos los antiguos escritos que hablan de la isla de San Borondón, de cómo aparece y desaparece en el horizonte dando forma a la novena isla de las Canarias. Los nuevos, fruto de efectos ópticos o nubes con afán de protagonismo, vuelven a resucitar la leyenda en forma de fotografías que, con pruebas tan antiguas como la instantánea de 1958, y otras tan recientes como la foto de 2023, mantienen viva la mitología de la isla.
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