Desilusión laboral: Empresas prometen teletrabajo, pero luego acuden al RTO. Expertos en RRHH la califican como 'gran mentira'.

Desilusión laboral: Empresas prometen teletrabajo, pero luego acuden al RTO. Expertos en RRHH la califican como 'gran mentira'.

La flexibilidad laboral se ha convertido en una de las principales promesas de las empresas para atraer y retener a los mejores talentos en el mercado laboral. Sin embargo, una investigación reciente ha revelado que muchas empresas incumplen con sus compromisos de teletrabajo, optando en su lugar por la modalidad de RTO (Regreso al Trabajo Oficina), lo que ha generado una gran desilusión laboral entre los empleados. Según expertos en Recursos Humanos, esta práctica es considerada como una gran mentira, ya que se aprovechan de la buena fe de los trabajadores para atraerlos a la empresa, solo para luego revocar los beneficios ofrecidos.

La gran mentira del teletrabajo: Empresas prometen flexible laboral, pero luego obligan a volver a la oficina

Pese a ser la gran baza con la que contaban las empresas para atraer y retener talento, hace mucho que el sueldo dejó de ser lo más importante para muchos trabajadores. Atrás quedan ya los viernes de colegueo, los toboganes en la oficina o la posibilidad de llevarte a tu perro al trabajo. Cuando el teletrabajo entró por la puerta y la gente empezó a paladear sus beneficios, se convirtió en prioridad.

Una promesa que muchas empresas han estado utilizando para luego forzar la vuelta a la oficina. El ya archiconocido caso de Amazon que comentábamos recientemente no ha sido el único, y expertos en recursos humanos reconocen ahora que utilizaron la promesa del teletrabajo como una estrategia para convencer a nuevos talentos sabiendo que, a posteriori, los mandatos de la moda del RTO (Return to Office) y su vuelta a la oficina iban a convertirse en algo extendido en la industria.

La trampa del teletrabajo en muchas empresas

Casos como el de Farmers Group, que prometió teletrabajo para siempre y luego requirió a sus trabajadores volver a la oficina para trabajar en persona, se convirtieron en la comidilla de una situación en la que sus nuevos empleados no han sido un caso aislado. Tras vender su casa y mudarse bajo la promesa de un modelo híbrido que favoreciera el trabajo en remoto, ahora se encuentran anclados a una situación que dista mucho de lo prometido, y ante un sector que no parece ofrecer demasiadas oportunidades a jugársela de nuevo.

Otro caso es el de SAP, reconocida como la empresa tecnológica más grande de Europa, que obligaba a sus trabajadores a acudir tres días a la semana pese a haber ofrecido puestos con el teletrabajo como gran baza. Tal y como recogía su director ejecutivo, trabajar desde casa podía suponer que SAP perdiera su cultura y trabajo en equipo.

Ante los casos de despidos masivos a los que se han enfrentado las grandes tecnológicas durante los últimos años, quienes no han conseguido recolocarse han intentado acogerse a soluciones intermedias como compensaciones que cubran gastos como los costes de desplazamiento, pero a falta de algo mejor, parece que la única solución es intentar capear el temporal a la espera de una situación que permita volver a luchar por esas anheladas condiciones de teletrabajo frente al RTO.

La situación es delicada, y los trabajadores deben ser conscientes de las promesas que se les hacen y exigir cumplimiento de las mismas. No se puede permitir que las empresas utilicen el teletrabajo como una trampa para atraer talento y luego forzar la vuelta a la oficina. Es hora de tomar medidas y luchar por los derechos de los trabajadores en este sentido.