Descubre el secreto detrás del aroma de la lluvia: científicos revelan por qué nos encanta y hasta se vendía en perfumes en la India
El aroma de la lluvia, ese olor característico y refrescante que invade nuestros sentidos después de una tormenta, ha sido un misterio durante mucho tiempo. Sin embargo, un grupo de científicos ha logrado descubrir el secreto detrás de este olor, revelando por qué nos gusta tanto y cómo ha sido utilizado en la creación de perfumes en la India. Según los investigadores, el aroma de la lluvia se debe a la presencia de ciertas sustancias químicas que se liberan en la atmósfera durante las tormentas. Estas sustancias, conocidas como geosminas, son producidas por ciertos microorganismos que viven en el suelo y se evaporan cuando la lluvia cae.
Descubre el secreto detrás del aroma de la lluvia: la ciencia revela por qué nos encanta
Pese a que todos los conocemos simplemente como olor a lluvia, en realidad la ciencia lo conoce como petricor, una mezcla de petra, que equivale a roca en griego antiguo, y el término ikhor del mismo idioma que hace referencia a la sangre de los dioses. Un nombre tan poético como las sensaciones que produce lo que, en realidad, son bacterias soltando gases.
Al caer el agua sobre una tierra porosa arrastra un aceite que segregan las plantas tras periodos de sequía y, junto a ello, también hace lo propio con un compuesto llamado geosmin que segregan ciertas bacterias muy comunes en los suelos de todo el mundo. La combinación de ambos elementos produce el aroma que asociamos con la lluvia durante toda nuestra vida.
Por qué nos gusta tanto el olor a lluvia
De hecho, el olor es más común cuando hay lluvia ligera en vez de un aguacero. Al filtrarse por la tierra con mayor lentitud, esos olores tienen la oportunidad de liberarse durante más tiempo que cuando hay lluvias fuertes que empantanan el suelo, y por esa misma razón el olor es aún más intenso cuando ha dejado de llover.
Lo más impresionante de todo es que, a diferencia de otros animales, los humanos somos particularmente receptivos respecto al olor del geosmin. Nuestra nariz puede llegar a reconocerlo en concentraciones de apenas 0,4 partes por millón, una característica que compartimos con los camellos que se apoyan en ese mismo olor para localizar fuentes de agua.
Convertido incluso en perfume, vendiéndose en la India desde 1960 bajo el nombre matti ka attar, la ciencia cree que nuestra particular pasión por el petricor procede de una respuesta primitiva que, como en el caso de los camellos, nos invitaba a perseguir el olor a lluvia en busca de agua y alimentos en épocas y zonas donde la sequía dificultaba la supervivencia.
Imagen: Mateusz Stepien
La ciencia ha descubierto por qué nos gusta tanto el olor a lluvia, y la razón es más sorprendente de lo que podrías imaginar. ¿Quieres saber más sobre este fascinante tema?
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