Cómo completar el Santuario de Irott en Zelda Breath of the Wild y descubrir sus tesoros

El Santuario de Irott es uno de los desafíos más intrigantes que los aventureros se encuentran en Zelda Breath of the Wild. Para completar este misterioso santuario y desbloquear tesoros valiosos, se requiere de astucia y habilidad. En este enclave sagrado, los jugadores se enfrentarán a acertijos y pruebas que pondrán a prueba su ingenio y destreza. Descubrir la forma de resolver cada enigma y sortear los obstáculos presentes en el santuario es crucial para obtener las recompensas ocultas que aguardan a aquellos lo suficientemente intrépidos para desafiar lo desconocido. ¡Prepárate para sumergirte en esta emocionante aventura y desentrañar los secretos que yacen en el Santuario de Irott!

Descubre cómo superar el desafiante Santuario de Irott en Zelda Breath of the Wild

Con tantos Santuarios de Zelda: Breath of the Wild como hay en el juego, no debería sorprendernos que sus niveles de dificultad o desafío vayan desde lo más simple que hay a auténticos ejercicios de lógica, raciocinio, observación o habilidad. Lo que ocurre es que esos desafíos no siempre van a estar centrados en llegar al final del santuario sino en sus tesoros en no pocos casos.

¡Conviértete en un maestro de los puzzles para desbloquear el tesoro de Irott!

Es el caso del Santuario de Irott en la región de la Torre del Bosque. En esta guía os explicaremos cómo superarlo y tratar de conseguir su tesoro, ya que el puzle a resolver para conseguirlo es exasperantemente complicado.

Ubicación del Santuario de Irott:

El Santuario de Irott es el que hace las veces de punto de viaje rápido con la posta del Bosque. Es fácil verlo aunque hay que rodear el lago Nish que hay justo al lado de los terrenos de la posta para llegar hasta él.

Solución al Santuario de Irott:

Este santuario se resuelve empleando principalmente el poder paralizador (Fuerza Contenida), y consta de algunas partes que están claramente inspiradas en el Golf o el minigolf. Nada más entrar en él vemos que hay una esfera anaranjada sobre un pedestal, y al lado un cofre que contiene un martillo. La enjundia de esta primera parte es usar el paralizador con la esfera y golpearla con el martillo de manera que cuando se ''descongele'' sea capaz de atravesar el foso de agua, caer en la plataforma que hay al frente y quedar encajado en el zócalo que desbloquea la siguiente sección.

Con esa nueva sección revelada, nos acercamos al cubo de piedra que hay sobre una guía de metal. Empleamos el poder paralizador con él y lo golpeamos de manera que alcance mucha fuerza de empuje. Al agotarse el efecto paralizador, si le hemos imprimido suficiente fuerza, el cubo saldrá disparado por la guía y empujará la plataforma basculante que hay sobre nosotros para que podamos ascender por ella hasta el altar en el que el Guardián Sheikah nos hará entrega del Símbolo de Valia.

Cómo conseguir el tesoro de Irott:

Este es uno de los más frustrantes de cuantos hay en el juego, y requiere de una forma muy precisa de conseguirlo. Tenemos que colar la esfera por una apertura muy concreta para que pierda algo de velocidad en el disparo, de forma que pueda aterrizar en la plataforma cóncava que tiene el zócalo para colocarla y que abra la reja que custodia el tesoro.

Es preciso emplear un arma de una mano y apuntar de manera que la trayectoria de la esfera pase por el punto específico. Recomiendo no obsesionarse con este, pero traer armas de sobra porque podemos perder alguna en los intentos que nos llevará.