En los últimos tiempos, la productividad ha sido un tema de gran interés para muchos, ya que se busca encontrar formas efectivas de administrar el tiempo y alcanzar metas personales y profesionales. En este sentido, un enfoque psicológico ha cobrado gran popularidad en las redes sociales, especialmente en TikTok, donde usuarios de todas partes del mundo comparten sus experiencias y estrategias para aumentar su eficiencia y motivación. Se trata del menú de dopamina, un concepto que se centra en la liberación de esta neurotransmisora asociada con la recompensa y el placer, y que ha demostrado ser una herramienta poderosa para incrementar la productividad y mejorar la concentración.
Pese a que nació como una solución del canal How to ADHD destinado a personas con Trastorno de déficit de atención con hiperactividad, el menú de dopamina se ha convertido en una de las últimas tendencias entre los gurús de la productividad en plataformas como YouTube y TikTok.
Tras probar durante varios días esta variante de sistemas como el de la Técnica del Pomodoro o los Bloques de Tiempo, ahora entiendo por qué se ha hecho tan famoso entre los jóvenes de TikTok. Es la forma más divertida y lógica que he encontrado no solo para organizar mi tiempo y mejorar mi productividad, sino también para mantener a raya la procrastinación en mi día a día.
Tal y como dicta su nombre, la idea parte de crear un menú de dopamina en el que, como si fuera un restaurante, incluyas aquellas tareas que te resultan más apetecibles durante el día -aquellas peligrosamente atadas a la procrastinación-, y también todas las otras que son necesarias para crear un menú lo más equilibrado posible.
Separando tareas de trabajo y actividades de ocio entre aperitivos, entrantes, platos principales, postres e incluso acompañamientos, crear un menú de dopamina se vale de la oportunidad de hackear el sistema de recompensas del cerebro para favorecer la motivación mientras frena malos hábitos.
La Doctora en Psicología, Carla Marie Manly, explica: De la misma forma que necesitas proteína en tu dieta, tu cerebro necesita dopamina para funcionar con delicadeza y mantenerte motivado.
Gracias a la posibilidad de coger cosas de aquí y de allá, el menú de dopamina es capaz de mezclar el jugar con tu perro o revisar tus redes sociales, con sentarte a estudiar un tema, ponerte a escribir sobre ello y maquetarlo mientras escuchas un podcast.
En mi caso, jugar con mi perro sería uno de los aperitivos que tengo para escoger. Algo a lo que recurro después de terminar un entrante en forma de tareas pequeñas como estudiar un tema, o un plato principal con tareas mayores como escribir sobre ello.
Los acompañamientos se colocan junto a los entrantes que lo permitan, por ejemplo escuchar un podcast mientras maqueto un texto. Sencillamente uno de esos regalos que te permites para hacer más llevadera cada tarea.
En el caso de los postres, desconectar de todo y perderme en redes sociales durante cinco minutos es la tarta banoffee que necesito para volver a empezar desde cero y volver a elegir el siguiente plato del menú.
De la misma forma que no puedes atiborrarte a postres en tu vida diaria, tampoco lo puedes hacer al seleccionar qué es lo siguiente que vas a tomar de tu menú de dopamina, así que es una forma fantástica para limitar aquellas actividades que, pese a ser necesarias para desconectar, sabes que no te hacen ningún bien.
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