Un juego desarrollado por Bandai Namco, encargado por Nintendo, padece consecuencias del terremoto interno en la empresa japonesa, lo que conduce a de

Un juego desarrollado por Bandai Namco, encargado por Nintendo, padece consecuencias del terremoto interno en la empresa japonesa, lo que conduce a decisiones de pausar o cancelar su lanzamiento y recortes en el personal

La industria de los videojuegos se enfrenta a un nuevo revés, ya que un título desarrollado por la prestigiosa empresa Bandai Namco, bajo el encargo de la gigante Nintendo, se ve afectado por las consecuencias del terremoto interno que sacude a la empresa japonesa. Esta situación crítica ha llevado a tomar decisiones drásticas, entre las que se incluyen la pausa o cancelación del lanzamiento del juego y, lo que es aún más preocupante, recortes en el personal de la empresa. Esta noticia ha generado gran inquietud en la comunidad de gamers y ha abierto un debate sobre la estabilidad financiera y laboral de las empresas del sector.

Bandai Namco sufre terremoto interno: proyectos cancelados y recortes en el personal

La empresa japonesa Bandai Namco, conocida por su reciente éxito con Dragon Ball: Sparking! ZERO, está experimentando un terremoto interno que ha llevado a la cancelación de proyectos y recortes en el personal.

Fuentes cercanas a la empresa han confirmado a Bloomberg que se ha pausado o cancelado al menos un juego encargado por Nintendo. Esto se debe a una caída en el tiempo de uso de sus videojuegos, especialmente en títulos de móviles y experiencias online.

Como consecuencia, la firma ha decidido adaptarse a esta situación con recortes que afectan tanto a empleados como a títulos que estaban en producción. Según el artículo de Bloomberg, los directivos han decidido pausar o cancelar el desarrollo de varios juegos, incluyendo algunos con los personajes de los animes Naruto y One Piece, así como un proyecto encargado por Nintendo.

La técnica de 'oidashi beya' o 'salas de expulsión'

Los recortes de Bandai Namco también están afectando a decenas de trabajadores. En lugar de recurrir a despidos masivos, la firma está usando una técnica más común en Japón llamada 'oidashi beya' o 'salas de expulsión'.

Básicamente, consiste en mandar a cientos de empleados a habitaciones especiales donde no hacen nada; sus tareas, si es que tienen, no se relacionan con el trabajo habitual de la desarrolladora. De este modo, los empleados se ven obligados a buscar otro trabajo y renunciar voluntariamente a su puesto, lo que permite a la empresa ahorrarse la indemnización por despido.

Un representante de Bandai Namco aseguró a Bloomberg que su objetivo no es incentivar a los trabajadores a que abandonen la compañía. Nuestras decisiones de suspender [desarrollos de] juegos se basan en evaluaciones integrales de la situación. Algunos empleados tal vez tengan que esperar una cierta cantidad de tiempo antes de que sean asignados a su siguiente proyecto, pero avanzamos con las asignaciones a medida que emergen nuevos proyectos.

Sin embargo, según las fuentes de Bloomberg, 200 de los casi 1.300 empleados de Bandai Namco han sido trasladados a las 'salas de expulsión' desde el mes de abril; 100 de ellos ya han renunciado a su puesto. Además, se espera que más trabajadores sigan este camino en las próximas semanas.