En un estudio reciente, se ha descubierto un dato impactante que cuestiona nuestra percepción sobre el impacto ambiental de la inteligencia artificial y la creatividad humana. Resulta que un humano creativo genera más emisiones de carbono que una inteligencia artificial en su función de procesamiento y creación de contenido. Esta investigación revela que nuestra huella digital, generada por nuestras actividades en línea y el uso de dispositivos electrónicos, es mucho más contaminante que la de los algoritmos utilizados por las máquinas. Esta noticia nos invita a reflexionar sobre nuestro papel en la lucha contra el cambio climático y a considerar la posibilidad de adoptar prácticas más sostenibles en nuestra vida diaria.
La sorprendente verdad sobre el impacto ambiental de la IA
La huella digital de los humanos supera con creces la de la inteligencia artificial
Es difícil creer que la inteligencia artificial (IA) pueda ser más eficiente y menos contaminante que los humanos en términos de emisiones de carbono. Sin embargo, un estudio publicado en Scientific Reports revela que los sistemas de IA emiten mucho menos CO2 que los humanos al escribir o ilustrar de la forma convencional.
En concreto, el estudio encontró que la IA emite entre 130 y 1.500 veces menos CO2 por página de texto, y entre 310 y 2.900 veces menos CO2 por imagen, en comparación con los humanos.
¿Cómo es posible que la IA tenga un menor impacto ambiental?
La respuesta se encuentra en el entrenamiento de los modelos de IA, como OpenAI o ChatGPT, que implica generar energía y mantener miles de sistemas capaces de procesar datos mediante otras tantas miles de horas de uso de GPU. Además, se requiere una refrigeración constante para evitar el sobrecalentamiento de los equipos, lo que eleva aún más el consumo de energía y las emisiones de CO2.
Un autor humano vs. una inteligencia artificial
Si comparamos a alguien escribiendo un libro de varias páginas con una inteligencia artificial ya entrenada haciendo lo mismo, el humano sale perdiendo en términos de consumo energético.
Las emisiones de CO2 de una sola página de texto generada por un humano son de entre 130 a 1.500 veces más que la IA generativa.
¿Podemos aprovechar la IA para el bien?
Sí, podríamos utilizar la IA para analizar nuestros sistemas y reducir la huella de carbono de los humanos, en lugar de quitarles el puesto de trabajo bajo la excusa de que es más eficiente y menos contaminante.
Desafortunadamente, ese momento aún no ha llegado, pero esperamos que la conciencia sobre el impacto ambiental de la IA y los humanos nos lleve a encontrar formas más sostenibles de crear contenido y reducir nuestra huella digital.
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