El cofundador de Blizzard, Mike Morhaime, abandona la empresa después de décadas de liderazgo debido a desacuerdo con Bobby Kotick. Intentó frenar la

El cofundador de Blizzard, Mike Morhaime, abandona la empresa después de décadas de liderazgo debido a desacuerdo con Bobby Kotick. Intentó frenar la influencia de Activision, pero se cansó de luchar por el control.

En un movimiento que ha conmocionado a la industria de los videojuegos, Mike Morhaime, cofundador y figura clave de Blizzard Entertainment, ha decidido abandonar la empresa después de décadas de liderazgo. La razón detrás de esta sorprendente decisión es un desacuerdo profundo con Bobby Kotick, CEO de Activision Blizzard, la empresa matriz de Blizzard. Morhaime había intentado frenar la influencia de Activision en la toma de decisiones de Blizzard, pero finalmente se cansó de luchar por el control y optó por dejar la empresa que fundó en 1991 junto con Allen Adham.

Mike Morhaime abandona Blizzard después de décadas de liderazgo debido a desacuerdo con Bobby Kotick

La situación en Blizzard ha llegado a un punto mucho más calmado tras años de dudas y conflictos internos, gracias a estar bajo el paraguas de Xbox. Sin embargo, si echamos la vista atrás, en 2022 la compañía vivió un caos, con acusaciones de todo tipo, salidas de creativos y directivos, y un Bobby Kotick en el punto de mira de muchos debido a sus sueldos astronómicos, lo que culminó en la mayor crisis que la empresa había enfrentado.

Hoy, sin embargo, toca añadir un capítulo más, aunque tardío, a esta historia: hemos sabido que el cofundador de Blizzard, Mike Morhaime, abandonó la compañía porque estaba cansado de luchar contra Kotick día tras día.

La lucha de Morhaime contra la influencia de Activision y Kotick

Mike Morhaime ha sido, es y será una de las figuras clave de la industria de los videojuegos. El desarrollador californiano fundó Blizzard en 1991 junto a Allen Adham y Frank Pearce, y se mantuvo en la empresa como parte del comité ejecutivo hasta 2018. De hecho, el propio Morhaime intentó dimitir un año antes, pero sus motivos no salieron a la luz en su momento y apenas se supo qué estaba ocurriendo tras bambalinas.

Gracias al nuevo libro del periodista de Bloomberg Jason Schreier, titulado Play Nice: The Rise, Fall, and Future of Blizzard Entertainment, ahora se ha podido arrojar algo de luz sobre el caso Morhaime y su relación con Kotick. Aunque el extenso reportaje aún no ha salido a la venta, Gamespot ha accedido a un primer borrador.

Según el libro, Mike Morhaime estaba agotado de luchar contra la creciente influencia de Kotick sobre Blizzard. Durante años, Morhaime intentó mantener a Blizzard separada de la presión de Activision, la empresa que adquirió Blizzard en 2007. Sin embargo, tras la cancelación del proyecto Titan en 2013, que le costó a la compañía unos 80 millones de dólares, Kotick y Activision comenzaron a ejercer mayor control, presionando a Blizzard para que tomara medidas como la contratación de un director financiero y la optimización de costos.

Este enfoque chocaba con la visión de Morhaime, quien buscaba preservar la independencia creativa de Blizzard, algo que veía amenazado por las directrices de Activision, centradas principalmente en maximizar las ganancias.

La sugerencia de Kotick de eliminar la BlizzCon

Uno de los momentos clave del conflicto fue la sugerencia de Kotick de eliminar la popular convención anual BlizzCon debido a sus bajos márgenes de ganancia, algo que fue rechazado por Morhaime y otros empleados de Blizzard. A pesar de sus esfuerzos por defender la cultura y la independencia del estudio, la creciente influencia de Kotick culminó en una reunión sobre el concepto de One ABK, que buscaba alinear a Activision, Blizzard y King bajo una misma estrategia corporativa.

Esta reunión marcó el punto de inflexión para Morhaime, quien temía que la esencia de Blizzard estuviera en peligro.

La partida de Morhaime y el futuro de Blizzard

Aunque Morhaime intentó renunciar en 2017, fue convencido para quedarse por Kotick y otros ejecutivos. No obstante, en 2018, tras la reunión de One ABK, decidió finalmente dimitir, anunciando su salida oficial en octubre de ese año.

Tras su partida, fundó Dreamhaven, un nuevo estudio de desarrollo y publicación de videojuegos, mientras Blizzard siguió enfrentando desafíos, incluyendo una demanda en 2021 por mala conducta sexual y discriminación, que terminó en un acuerdo de 54 millones de dólares.