El Galaxy Ring, el nuevo teléfono de Samsung, genera polémica al ofrecer un diseño que podría condenarlo al desguace en solo dos años
La comunidad tecnológica se encuentra en estado de shock tras el lanzamiento del nuevo Galaxy Ring, el último teléfono inteligente de la empresa surcoreana Samsung. El dispositivo, que prometía revolucionar el mercado con su innovador diseño en forma de anillo, ha generado una gran polémica entre los expertos y usuarios debido a su vida útil extremadamente corta. Según fuentes cercanas a la empresa, el Galaxy Ring podría condenarse al desguace en solo dos años, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental de la marca.
El Galaxy Ring, el nuevo teléfono de Samsung, condenado al desguace en solo dos años
Muy pocos lanzamientos tecnológicos han tenido la repercusión este año que ostenta el Samsung Galaxy Ring. El anillo inteligente de la firma surcoreana se ha convertido en un auténtico éxito que, en resumidas cuentas, ha provocado una escasez generalizada del producto en distintos mercados del mundo.
Pero, por desgracia, el desguace de Samsung ha evidenciado que no es oro todo lo que reluce. Aunque el Galaxy Ring está diseñado para atraer a los consumidores, en esencia se trata de tecnología desechable. Al contar con una batería de litio no reemplazable, una vez se consuma la misma lo ideal es deshacerse del dispositivo, ya que este no será más que un pisapapeles muy pequeño.
Según un estudio recogido por el portal TechSpot en una reciente publicación, la vida útil de este tipo de batería es de aproximadamente 400 ciclos. O, dicho con otras palabras: el Galaxy Ring no llegará más allá de los dos años de vida.
El nuevo éxito de Samsung tiene los días contados
En la actualidad, el Galaxy Ring ronda los 400 euros. Para muchos, este precio no es tan elevado, pero si su longevidad apenas llega a los dos años lo cierto es que hablamos de un producto que representa una inversión a muy corto plazo.
Por ese motivo, los expertos comienzan a desaconsejar la compra de tecnología desechable por dos motivos: por un lado, su impacto ambiental; por otro, su escasa vida útil. Por ello, aunque utiliza un conector de presión para unir la batería a la placa de circuito, lo cierto es que la unidad de carga no es reemplazable.
En esencia, la misma fuente señala que la decisión de usar un conector de presión en lugar de soldar la batería podría estar relacionada con la idea de facilitar y acelerar el ensamblaje. Así, al abrir el dispositivo, los talleres y los usuarios se encontrarán con el conector de presión que conecta tanto la batería como la bobina inductiva a la placa de circuito.
Aún así, la capacidad de batería varía según el tamaño del anillo, pero la más grande de todas es la de 19,5 mAh para el tamaño 11.
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