¿Cuántos núcleos necesitas para jugar en 2024? Un experimento revela que la potencia no es lo más importante para una experiencia de juego fluida
En el mundo de los videojuegos, una de las preguntas más frecuentes es ¿cuánta potencia se necesita para disfrutar de una experiencia de juego fluid y sin lag. Sin embargo, un reciente experimento ha revelado que la respuesta no es tan simple como se pensaba. En lugar de enfocarse en la cantidad de núcleos o la velocidad del procesador, los resultados sugieren que otros factores pueden ser mucho más importantes para disfrutar de un juego sin problemas. En este artículo, exploraremos los resultados de este experimento y descubriremos qué es lo que realmente importa para una experiencia de juego ideal.
¿Cuántos núcleos necesitas para jugar en 2024?
La pregunta del millón, para muchos, tiene una respuesta ampliamente aceptada: 8 núcleos. A raíz de la exigencia de los títulos actuales, lo natural es apostar por esta opción. No obstante, ¿es posible jugar a videojuegos con un pequeño procesador de 6 núcleos del año 2019? Aunque parezca sorprendente, la respuesta es afirmativa.
Según el portal JeuxVideo, el Ryzen 5 3600 aún puede ofrecer un rendimiento aceptable para gaming en 2024. Para determinar dicha condición, se comparó el Ryzen 5 3600 con dos procesadores más recientes: Ryzen 5 7600 y Ryzen 7 7800X3D.
Un experimento revelador
En primera instancia, se comprobó que a resoluciones de 1080p y 1400p, el Ryzen 5 7600 consigue superar ampliamente al Ryzen 5 3600, pero las comparaciones no acabaron aquí y no dejaron resultados tan esperados.
En juegos como Counter-Strike 2, el Ryzen 5 7600 es un 145% más rápido que el Ryzen 5 3600 en configuraciones medias a 1080p, pero esto es lógico si tenemos en cuenta lo siguiente: mientras que el Ryzen 5 7600 utiliza memoria DDR5, está basado en la arquitectura Zen 4 y consigue frecuencias de hasta 5,1 GHz, su hermano menor está limitado a DDR4. Y esto, sumado a que sus núcleos están repartidos en dos complejos, provoca que experimente latencias de comunicación que afectan al juego, pero sigue siendo una CPU decente para los usuarios menos exigentes.
La potencia no es lo más importante
Como colofón final, el experimento demuestra que el número de núcleos no es el único indicador del rendimiento gaming de los procesadores. Así, tanto la eficiencia como el rendimiento por núcleo son cruciales. Por ello, a resoluciones 4K, las diferencias de rendimiento entre el Ryzen 5 7600 y el Ryzen 7 7800X3D son comparables, indicando así que más núcleos no siempre significa mejor rendimiento.
De hecho, los juegos modernos se benefician de unos pocos núcleos bien optimizados antes que de una gran cantidad, razón por la que procesador como el Ryzen 5 7600 son aún muy populares.
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