En un sorprendente giro de eventos, se ha descubierto que el título del último libro de la trilogía de El Señor de los Anillos, El Regreso del Rey, no fue elegido por el mismísimo J.R.R. Tolkien, autor de la obra maestra de la literatura fantástica. Según nuevas revelaciones, fue Christopher Tolkien, hijo del reconocido escritor, quien escogió el título después de la muerte de su padre. Esta noticia ha generado un gran revuelo en la comunidad de fans de la serie, quienes se preguntan qué otros secretos se han mantenido ocultos detrás de la creación de esta saga épica.
La verdad oculta detrás del título de El Retorno del Rey
La historia de la Tierra Media, creada por el genial J.R.R. Tolkien, no solo nos brinda épicas batallas y conmovedoras historias dentro de las páginas de los libros, sino también en las intrincadas decisiones editoriales que marcaron la obra maestra que hoy conocemos. Una de las más curiosas y menos conocidas es la elección del título del tercer y último volumen de la trilogía de El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey.
Esta decisión no fue tomada por el propio Tolkien, quien consideraba que el título revelaba demasiado sobre el desenlace de su historia.
La Batalla de los Campos Editoriales
Cuando Tolkien concibió El Señor de los Anillos, lo hizo como una única obra compuesta por seis libros, acompañados de extensos apéndices. Sin embargo, debido a cuestiones de costes de publicación, su editor Rayner Unwin decidió dividir la obra en tres volúmenes. Aquí comenzó una pequeña contienda por los títulos de estos volúmenes.
Tolkien propuso inicialmente títulos que mantuvieran un cierto misterio y que no adelantaran partes cruciales de la trama. Para el tercer volumen, Tolkien sugirió el título La Guerra del Anillo, un nombre que consideraba más neutral y menos revelador que El Retorno del Rey. Su preocupación era que este último título diera una pista demasiado evidente sobre el destino de Aragorn, uno de los personajes más queridos y centrales de la saga.
En su correspondencia, Tolkien mencionaba que El Retorno del Rey desvelaba más de lo que le gustaría y que prefería algo más ambiguo, que mantuviera el suspense hasta el final.
A pesar de las reservas del autor, el editor se salió con la suya y se llevó el gato al agua (o el Anillo a Mordor). Unwin argumentó que El Retorno del Rey era un título más atractivo y comercialmente viable, lo que finalmente llevó a que este fuera el nombre definitivo del tercer volumen.
Los títulos alternativos y su impacto
Los títulos alternativos propuestos por Tolkien, como La Guerra del Anillo y El Fin de la Tercera Edad, menos explícitos, podrían haber mantenido un aura de misterio que hubiese modificado ligeramente la manera en que los lectores se acercaron al clímax de la historia.
Sin embargo, es innegable que El Retorno del Rey ha logrado convertirse en un título icónico, asociado inseparablemente con la culminación de la saga. La elección editorial, aunque controvertida, no ha restado valor a la obra, sino que ha añadido una capa adicional a la rica historia de su publicación y recepción.
Hoy, cuando nos acercamos al 70º aniversario de la publicación de El Retorno del Rey, debemos seguir destacando la preocupación de Tolkien por la experiencia de los lectores de su obra, querida por millones en todo el mundo, traducida a más de 50 idiomas y considerada una de las novelas más influyentes de la historia.
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