En los últimos años, las pulseras de deporte de alta tecnología, como la popular marca Amazfit, han experimentado un crecimiento exponencial en ventas, atraídas por su capacidad para medir y analizar una gran variedad de parámetros físicos y de salud. Estas pulseras se han convertido en una herramienta fundamental para los amantes del deporte y la actividad física, que buscan mejorar su rendimiento y alcanzar sus objetivos de entrenamiento. Sin embargo, una reciente investigación científica ha revelado un fallo fundamental en la tecnología utilizada en estas pulseras, lo que pone en cuestión su eficacia y hace que nos preguntemos si realmente estamos obteniendo los beneficios que esperamos de ellas.
La ilusión de la actividad física: pulseras de deporte no logran aumentar el ejercicio, según la ciencia
En los últimos años, el mercado de las pulseras rastreadoras de actividad física ha experimentado un crecimiento exponencial, pasando de 14.000 millones de dólares a 36.000 millones de dólares. Esto ha llevado a manyos a pensar que estas pulseras han supuesto un gran cambio en la forma en que abordamos la necesidad del deporte en nuestras vidas.
Además, el auge del crossfit, los runners y las aplicaciones de ejercicio, parecen apuntar a una generación que se preocupa más por su salud física y hace más deporte que nunca. Sin embargo, la ciencia ha demostrado justo lo contrario. Un grupo de científicos de la Universidad de Tennessee y la Universidad de Florida han constatado que, entre 1995 y 2017, nuestra actividad física no ha hecho más que caer.
Una caída en la actividad física
Según los datos, hemos perdido una media de 1.100 pasos diarios desde mediados de los 90. En concreto, se habla de una caída de 823 pasos diarios en el caso de los niños, 1.497 pasos entre los adolescentes, y hasta 608 pasos en el de los adultos.
Los científicos consideran que el uso de pantallas y el aumento del transporte público y privado son los principales culpables de que ahora no caminemos más o utilicemos otros medios como la bicicleta. También apuntan que, pese a la explosión de las pulseras de actividad, hace falta mucho más que un gadget para impulsarnos a hacer ejercicio.
Las pulseras de actividad física no son la solución
Pese a ser útiles a la hora de mantener el ejercicio en el tiempo, las pulseras de actividad física no lo son tanto para empujarnos a dar el primer paso. Los científicos afirman que se necesita un cambio más profundo en nuestra forma de vida y en nuestra mentalidad para realmente aumentar la actividad física.
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